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El ‘motor encendido’ del consumo privado

No hay duda de que el consumo privado enfrentará un entorno más desafiante en los próximos meses ante el largo camino por recorrer para alcanzar la meta de inflación.

El consumo privado en México, que representa prácticamente 70 por ciento del PIB nacional, apunta a continuar con su tendencia positiva en el primer trimestre de 2024, si bien mostraría un menor dinamismo que el observado al cierre de 2023.

Datos del Indicador Oportuno del Consumo Privado, que publicó este viernes el INEGI, sugieren que el consumo habría crecido 0.1 por ciento en febrero respecto al mes previo, cuando a su vez habría avanzado 0.4 por ciento, pese a la ‘cuesta de enero’ y el elevado nivel de restricción monetaria alcanzado en nuestra economía.

A tasa anual, el crecimiento del consumo privado sería de 4.3 por ciento en enero y de 4.7 por ciento en febrero.

A principios de marzo el INEGI informó que en diciembre de 2023 el consumo privado aumentó 0.2 por ciento respecto a noviembre, siendo el menor crecimiento para un último mes de año desde 2019.

Con el crecimiento de diciembre, el consumo privado en el país alcanzó un nuevo máximo histórico.

A tasa anual, el consumo privado repuntó 5.6 por ciento, desacelerando desde 6 por ciento en noviembre.

En diciembre, el consumo privado en México acumuló 34 meses consecutivos de crecimientos anuales.

El Indicador de Consumo Big Data BBVA Research, que se construye a partir del gasto efectuado en terminales punto de venta de BBVA en México, corrobora que el consumo privado en el mercado mexicano se mantiene en niveles elevados.

Los datos revelados por el banco este viernes, provenientes de las operaciones realizadas con tarjetas de crédito y débito, muestran que el consumo registró en febrero un crecimiento de 3.5 por ciento mensual.

Esto, después de que en enero sólo avanzó 0.5 por ciento, según la misma fuente, cuyas cifras están expresadas a tasa mensual ajustada por estacionalidad.

En febrero el gasto en consumo recibió el empuje del crecimiento de 4.7 por ciento en el segmento de servicios, mientras que el consumo de bienes aumentó 3.1 por ciento, tras el estancamiento registrado el mes previo.

Estos datos del Indicador de Consumo Big Data BBVA Research apuntan hacia una relativa resiliencia del consumo privado, con mayor dinamismo del gasto en servicios en los primeros dos meses de 2024.

BBVA Research considera que factores como la ganancia acumulada en la masa salarial real, la menor tendencia al ahorro tras la pandemia y el adelanto en las transferencias de algunos programas sociales ante el periodo de veda por las elecciones presidenciales, evitarían contracciones en el consumo este año.

Sin duda, la fortaleza del mercado laboral estimula el gasto en consumo de los hogares.

Aun con señales de desaceleración, una derivada de la creación de empleos formales en el país es el incremento en la demanda de créditos de consumo.

El crédito otorgado por la banca comercial al consumo sigue creciendo a doble dígito, si bien a menor ritmo.

En enero, el crédito al consumo registró un incremento de 11.3 por ciento a tasa anual y en términos reales, es decir, descontada la inflación.

En su interior, el otorgado vía tarjetas de crédito tuvo un repunte de 12.5 por ciento; el canalizado a través de créditos de nómina, de 6.6 por ciento, y el colocado mediante créditos personales, de 8.4 por ciento.

La demanda de financiamiento por parte de los hogares en general se mantiene, pese a que las condiciones de otorgamiento de crédito se han estrechado en ciertos mercados.

Además del efecto negativo de las elevadas tasas de interés, no hay que desestimar la pérdida de poder adquisitivo de las remesas ante la apreciación del peso y la cautela de los consumidores sobre la situación económica y política de México en este año electoral.

No hay duda de que el consumo privado enfrentará un entorno más desafiante en los próximos meses ante el largo camino por recorrer para alcanzar la meta de inflación, el apretamiento de las condiciones crediticias, el menor crecimiento de la economía mexicana previsto para 2024 y la disminución del valor de las remesas en pesos.

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