El mundo está ante un escenario de crecimiento económico estable, de 3.2 por ciento en 2024 y de 3.3 por ciento en 2025, pero ciertos riesgos a corto plazo han ganado importancia.
A esa conclusión llega el informe Actualización de las Perspectivas de la Economía Mundial de julio de 2024, publicado esta semana por el Fondo Monetario Internacional (FMI), donde recortó su pronóstico de crecimiento para México en este año a 2.2 por ciento desde 2.4 por ciento previsto en abril pasado.
El reporte, que lleva por título “La economía mundial contra las cuerdas”, advierte del riesgo al alza de la inflación por la falta de avances en la desinflación de los servicios y por las presiones de precios que emanan de la reanudación de las tensiones comerciales o geopolíticas.
Al abundar en el tema, el FMI señala que “la inflación de precios de los servicios lastra la desinflación y complica la normalización de la política monetaria. En consecuencia, aumenta el riesgo de una mayor inflación y se perfila un panorama de tasas de interés más altas durante más tiempo”.
El riesgo de inflación elevada vía precios de los servicios y, por tanto, de persistencia de altas tasas, hará que los bancos centrales se abstengan de relajar sus políticas monetarias demasiado pronto.
El FMI prevé que la inflación se mantenga más alta en las economías de mercados emergentes y en desarrollo (y que se reduzca más lentamente) que en las economías avanzadas.
La inflación en la mayoría de las economías avanzadas sigue disminuyendo, pero permanece en niveles elevados y por encima de los objetivos.
Esto ha retrasado el recorte de las tasas de referencia por parte de los bancos centrales.
A principios de junio, el Banco Central Europeo (BCE) decidió recortar sus tres tasas de interés oficiales en 25 puntos base y el Banco de Canadá también anunció su primer ajuste en tasas.
El jueves pasado, el BCE mantuvo sus tasas sin cambio y reconoció que siguen siendo altas, lo que ayuda a reducir la inflación en la eurozona.
“Esto todavía es necesario porque es probable que la inflación se mantenga por encima de nuestro objetivo del 2 por ciento hasta bien entrado el próximo año”, anticipó el organismo europeo.
En Estados Unidos, la Reserva Federal (Fed) aún no tiene la suficiente confianza de que la inflación está regresando de forma sostenible al objetivo de 2 por ciento antes de recortar su tasa de referencia.
Tal es la razón por la que los funcionarios de la Fed prevén un solo recorte de tasas este año, aunque los mercados están descontando dos reducciones, empezando en septiembre.
Al hablar en el Club Económico de Washington el lunes, el presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo que los datos recientes de inflación en EU van en la dirección correcta para regresar al objetivo de 2 por ciento.
Los comentarios razonablemente moderados de Powell, confirmando los avances en el control de la inflación, consolidaron las expectativas de los mercados de que la Fed comenzará a recortar su tasa en septiembre.
La duda es si en su reunión de finales de este mes, la Fed dará ciertas señales sobre la probabilidad de que el primer recorte sea en la decisión de septiembre.
Por su parte, el Banco de México redujo en marzo su tasa de referencia en 25 puntos base a un nivel de 11 por ciento, pero el panorama inflacionario sugiere actuar con cautela.
Medida a tasa anual, que se ubicó en 5 por ciento al cierre de junio, la inflación general registra una tendencia al alza justo desde marzo debido al incremento en el volátil componente no subyacente, impulsado por los mayores precios de los productos agropecuarios.
Al Banxico le está costando trabajo propiciar la convergencia de la inflación a la meta de 3 por ciento proyectada para finales de 2025.
En la Junta de Gobierno del banco central hay división, pues al menos uno de sus integrantes considera que hay espacio para una segunda disminución de 25 puntos base, manteniendo una postura suficientemente restrictiva.
¿Qué decisión tomará Banxico en la reunión de agosto sobre la tasa?