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¿Perderá Tesla la ‘medalla de inversión’?

La inversión de Tesla en México vendría a generar miles de empleos y elevar el nivel de exportaciones, pero estos beneficios tendrán que esperar nuevos tiempos.

Sobre los anuncios de inversión que México ha recibido como parte de la intención de empresas extranjeras de localizarse en territorio nacional, dos de los proyectos más significativos por su monto y previsible impacto positivo en la economía, han sido los de Tesla en Nuevo León y de Mexico Pacific Limited en Sonora.

El proyecto que se posicionó en primer lugar es el anuncio de inversión que realizó en 2023 la empresa estadounidense Mexico Pacific Limited, por al menos 14 mil millones de dólares, para construir un gasoducto y una planta de licuefacción y exportación de gas natural en Puerto Libertad.

El otro anuncio ‘gordo’, realizado también el año pasado, es el de Tesla, la automotriz de Elon Musk, para instalar una planta de ensamblaje de vehículos eléctricos –la gigafactory– en Santa Catarina.

Tesla nunca anunció un monto como tal, pero se estimó que la inversión de la compañía con sede en Texas rondaría, inicialmente, alrededor de cinco mil millones de dólares y que en su escala completa, alcanzaría hasta diez mil millones o más.

Además de la expectativa de inversión, se anticipó la generación de casi 6 mil nuevos empleos para producir un millón de autos eléctricos al año.

Si se hiciera la analogía con los Juegos Olímpicos, serían ‘medalla de oro y plata’ en inversiones extranjeras.

Hasta hace no mucho tiempo prevalecía la expectativa de que ambas inversiones, la de Mexico Pacific Limited y la de Tesla, se iban a distribuir en varios años, según la fase que fueran desarrollando.

Estos anuncios de inversión, cuya intención fue revelada en 2023, son proyectos que conllevan varias fases de construcción hasta tener las plantas finalizadas y en operación hacia el 2026.

De manera que las inversiones totales se ‘repartirían’ en un periodo de entre tres y cuatro años, con la diferencia de que la decisión de Tesla se dio en un contexto donde Estados Unidos busca diversificarse de la proveeduría china, poniendo en ventaja a México.

Como se sabe, esta semana se anunció que la inversión y construcción de la gigafactory de Tesla en Nuevo León quedaban en pausa hasta que concluya el proceso electoral en Estados Unidos.

Durante la conferencia telefónica con analistas para hablar de los resultados trimestrales de su empresa, Musk dijo que “no tiene sentido” alguno invertir en la planta de Santa Catarina si Donald Trump regresa a la Casa Blanca e impone aranceles a los autos eléctricos fabricados en México.

El candidato republicano ha amenazado con imponer un arancel general de 10 por ciento a las importaciones estadounidenses de bienes manufacturados en territorio mexicano.

Pero, si se alza con la victoria en la contienda electoral y, una vez reinstalado en la Casa Blanca, decide cumplir su amenaza, Trump violará las disposiciones establecidas en el T-MEC para que un producto pueda recibir el tratamiento arancelario preferencial.

Disposiciones esenciales que están contenidas en la regla de origen automotriz en el T-MEC, que –por cierto– el actual gobierno demócrata de EU interpreta a su manera en detrimento de México y Canadá.

Peor aún, hay un incumplimiento de EU del fallo del panel arbitral sobre la regla de origen automotriz.

Fuera de esa polémica, si los vehículos de Tesla cumplen los requisitos de la regla de origen, pueden calificar como originarios y con ello recibir el tratamiento arancelario preferencial en las exportaciones de autos de México hacia EU.

En 2023 México exportó 475 mil millones de dólares a Estados Unidos, cifra récord que lo posicionó como su principal proveedor de mercancías, por delante de China, que durante 15 años fue el mayor exportador al mercado estadounidense.

Estimaciones de analistas de bancos de inversión sugerían que la instalación de la planta de Tesla en Nuevo León podría aumentar las exportaciones de México hacia EU en al menos 3 por ciento.

Lo anterior significa añadir hasta 15 mil millones de dólares y aportar un incremento de 10 por ciento en las exportaciones relacionadas con automóviles.

Además de su efecto en el ecosistema de la industria de autos eléctricos, la inversión de Tesla vendría a generar miles de empleos y elevar el nivel de exportaciones, entre otros beneficios que tendrán que esperar nuevos tiempos.

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