Dinero, Fondos y Valores

‘Tímido’ crecimiento a la mitad del año

El debilitamiento de la actividad económica ha derivado en revisiones a la baja en la expectativa de crecimiento para 2024.

La actividad económica en México perdió impulso al cierre de la primera mitad de 2024, pues en el periodo abril-junio el Producto Interno Bruto creció a una tasa trimestral de 0.2 por ciento.

Sin embargo, el dato quedó por debajo del 0.3 por ciento del trimestre previo y también del 0.4 por ciento previsto por el consenso de analistas encuestados por Bloomberg.

La contraparte es que el PIB de México acumuló tasas de crecimiento positivas por 11 trimestres consecutivos, algo no visto desde el periodo 2009-2013, cuando la actividad económica en el país hiló 15 trimestres en expansión.

Con respecto al mismo trimestre de un año antes, el PIB registró un crecimiento anual de 1.1 por ciento, dato que implica una desaceleración contra el 1.9 por ciento del lapso enero-marzo de 2024, además de ser el menor dinamismo desde principios de 2021.

En cualquier caso, es un moderado crecimiento pese al pasado proceso electoral nacional.

De acuerdo con la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto, publicada este martes por el INEGI, los tres principales grupos de actividad económica tuvieron un comportamiento mixto.

El PIB oportuno de las actividades primarias, que son las asociadas con el sector agropecuario, cayó 1.7 por ciento trimestral ante las condiciones climáticas que afectaron la producción y los precios.

El de las actividades secundarias, relacionadas con la industria, se incrementó 0.3 por ciento trimestral para romper dos periodos consecutivos de contracción.

Y el de las terciarias, representadas por el comercio y los servicios, también creció 0.3 por ciento en el segundo trimestre de 2024, pero es la mitad de lo que aumentó tres meses antes.

“La debilidad fue bastante generalizada”, escribió en una nota de investigación Kimberley Sperrfechter, economista de mercados emergentes de Capital Economics.

Citada por Bloomberg, la experta prevé que la actividad económica crezca 1.5 por ciento este año, por debajo de la proyección promedio del 2 por ciento en una encuesta entre analistas.

El indicador oportuno del INEGI sobre el PIB es “el último de una serie de datos de actividad débiles y se suma a la evidencia de que a la economía de México le falta impulso”, añadió.

En el mismo sentido, Gabriel Lozano y Steven Palacio, economistas de JP Morgan, dijeron en una nota publicada después de conocerse el reporte que “la actividad económica se expandió tímidamente” en el trimestre.

Esa es la razón por la que “ahora esperamos un crecimiento para todo el año del 1.5 por ciento (desde el 1.8 por ciento anterior) incluso si los planes atrasados del gobierno ganan algo de fuerza al final del mandato presidencial” de López Obrador, expusieron.

Con cifras originales, es decir, sin ajuste estacional del PIB, el crecimiento de la economía en abril-junio fue de 2.2 por ciento anual, menor que la proyección de los analistas de 2.4 por ciento.

El debilitamiento de la actividad económica ha derivado en revisiones a la baja en la expectativa de crecimiento para todo el año, que desacelerará desde el 3.2 por ciento en 2023.

“El crecimiento fue un poco decepcionante, pero no necesariamente precursor de una recesión”, afirmó Brendan McKenna, estratega de Wells Fargo, citado también por Bloomberg.

En su opinión, “México sigue encaminado a crecer en torno al 2 por ciento este año, por lo que no creo que esto sea un factor material en la próxima decisión sobre las tasas” del Banco de México.

Entre los riesgos para el crecimiento de la actividad económica nacional, se han señalado los derivados de la expectativa de altas tasas de interés por más tiempo ante el deterioro en el panorama inflacionario del país.

Los analistas encuestados por Citibanamex la semana pasada mantienen la expectativa de un recorte a la tasa de interés de referencia por parte del Banxico en la reunión de agosto.

Por lo pronto, el repunte de la inflación en la primera quincena de julio pone sobre la mesa la apuesta de que el Banco Central deje sin cambios la tasa de referencia en su próxima reunión de política monetaria y que prolongue la pausa para seguir evaluando el proceso desinflacionario en el país.

He ahí el dilema.

COLUMNAS ANTERIORES

¿Hay un ‘choque de expectativas’?
¿Nos debemos poner pesimistas por Trump?

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.