Crece la incertidumbre en torno al futuro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, cuyo reto es avanzar hacia su plena implementación en los próximos dos años.
La probable aprobación de la reforma al Poder Judicial en el Senado –también en la mayoría de los Congresos locales– y sus posibles efectos sobre la certidumbre jurídica, podrían poner en duda el compromiso del gobierno mexicano con el cumplimiento del T-MEC.
Si esa reforma y otras, como la que plantea la extinción de siete organismos autónomos, se aprueban en sus términos, el tránsito hacia la revisión conjunta de seis años del Tratado en 2026 estará lleno de cuestionamientos a México.
Lo bueno. México consolidó su posición como el principal proveedor de mercancías a Estados Unidos al alcanzar cifras récord en el periodo enero-julio de 2024, según datos publicados por la Oficina del Censo estadounidense.
De acuerdo con el reporte al cierre de julio, las exportaciones mexicanas hacia el vecino país del norte se ubicaron en 291 mil millones de dólares, marcando un máximo histórico con un incremento de 5.9 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.
Además, se mantiene la brecha con otros de los principales proveedores comerciales de EU, pues México controla el 15.7 por ciento de las importaciones totales estadounidenses, por arriba de Canadá y China, que se ubican en el segundo y tercer lugares, con 13.0 y 12.9 por ciento, respectivamente.
El comercio bilateral entre México y EU, que incluye tanto exportaciones como importaciones, ascendió a 486 mil millones de dólares en el periodo enero-julio, lo que representó un aumento del 5.3 por ciento en comparación con el mismo lapso de 2023.
Este monto reafirmó a México como el principal socio comercial de EU al controlar el 15.9 por ciento de su comercio total, por encima de Canadá y China, con 14.6 y 10.5 por ciento, en ese orden.
Lo malo. Además de organizaciones empresariales estadounidenses, miembros del Congreso de EU también están advirtiendo riesgos jurídicos en México con las reformas constitucionales propuestas por el presidente López Obrador.
En una carta enviada el miércoles a la representante comercial de EU, Katherine Tai, un grupo de 10 diez legisladores expresa su “preocupación por varias reformas constitucionales que se encuentran bajo consideración en el Congreso de México”.
Los congresistas instan al gobierno estadounidense a colaborar con el presidente López Obrador, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, y el Congreso mexicano para garantizar que cualquier reforma promulgada no entrará en conflicto con las obligaciones bajo el T-MEC.
“Reconocemos el derecho soberano de cada gobierno a actualizar su Constitución y valoramos profundamente la sólida asociación entre Estados Unidos y México. Sin embargo, parece probable que muchas de las reformas propuestas comprometan el acceso de los inversionistas estadounidenses a un marco regulatorio estable, predecible e imparcial”, indica la misiva a Tai.
La carta fue dada a conocer por la oficina del representante Adrian Smith, quien preside el Subcomité de Comercio del Comité de Medios y Procedimientos o Ways and Means de la Cámara de Representantes.
Nueve de los 10 firmantes son miembros de ese influyente comité del Congreso estadounidense, responsable de supervisar el cumplimiento de la legislación de implementación del T-MEC.
En el mismo sentido se pronunció Carlos Díaz de la Garza, director general de Moody’s Local México, quien destacó la importancia de la certidumbre que debe brindar el gobierno a las inversiones en términos de seguridad jurídica.
En entrevista con este reportero, dijo que la seguridad jurídica es un tema crítico y anticipó que México mantendrá una buena posición para atraer inversiones si en las nuevas reformas se respetan los acuerdos comerciales.
“Es importante que las reformas no impliquen un incumplimiento de los tratados y acuerdos comerciales que tiene México”, sobre todo con EU y Canadá, subrayó el directivo de la calificadora.
Lo feo. En la primera semana de septiembre el tipo de cambio alcanzó niveles intradía de 20.10 pesos por dólar.
Desde el episodio de turbulencia de principios de junio, posterior al proceso electoral federal, la moneda nacional acumula una depreciación de 14.9 por ciento frente a la divisa estadounidense, provocada por factores externos e internos.
El tipo de cambio cerró la semana en 20 pesos por dólar, nivel no visto desde octubre de 2022.