En la semana que concluye se conocieron los datos económicos más importantes en Estados Unidos antes de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, cuyos resultados son impredecibles como lo sugieren las encuestas sobre intención de voto, que muestran una contienda muy cerrada.
Los datos más recientes de la mayor economía del mundo permiten a los votantes estadounidenses comparar el panorama económico general de EU con su situación financiera personal, que se ha visto debilitada por los elevados costos del crédito.
Según las encuestas, la percepción de los votantes difiere de los buenos síntomas de la economía estadounidense, lo que favorece al candidato republicano Donald Trump.
Los indicadores publicados en la semana muestran que durante el tercer trimestre del año el ritmo de crecimiento de la actividad económica en EU se mantuvo sólido y fue similar al de los tres meses anteriores.
Expresada como tasa trimestral anualizada y ajustada por estacionalidad, la expansión del PIB estadounidense fue de 2.8 por ciento en el periodo julio-septiembre de 2024, después de crecer 3.0 por ciento en el trimestre previo, según cifras de la Oficina de Análisis Económico.
El crecimiento fue reflejo de que las compras de los hogares se aceleraron de cara a las elecciones y el gobierno federal incrementó el gasto en defensa.
El gasto del consumidor estadounidense, que constituye la mayor parte de la actividad económica, aumentó 3.7 por ciento, su mayor incremento desde principios de 2023 y muy superior al 2.8 por ciento previo.
Las exportaciones y el gasto público repuntaron 8.9 y 5.0 por ciento, respectivamente, superando los avances del segundo trimestre, de 1.0 y 3.1 por ciento, en ese orden.
La inflación en EU calculada con base en el índice de precios del gasto en consumo personal o PCE, que es la medida preferida de inflación de la Reserva Federal, está confirmando signos de moderación.
En septiembre registró un incremento de 2.1 por ciento anual, desacelerando desde 2.3 por ciento en agosto y ubicándose en su menor nivel desde principios de 2021.
Además de que quedó en línea con las previsiones del mercado, se acercó al objetivo de inflación de 2 por ciento de las autoridades monetarias estadounidenses.
Por su parte, el índice subyacente, que excluye los componentes más volátiles como los precios de los alimentos y la energía, se mantuvo en 2.7 por ciento anual por tercer mes consecutivo, según datos de la Oficina de Análisis Económico.
Aunque la inflación anual del componente subyacente se ha mantenido relativamente estable desde mayo, se encuentra por debajo de los niveles registrados a inicios del año.
Este viernes, la Oficina de Estadísticas Laborales informó que en octubre se crearon sólo 12 mil empleos en EU, el ritmo de contratación de trabajadores más bajo desde diciembre de 2020.
La distorsión en los datos del mercado laboral reflejó los impactos de los potentes huracanes Helene y Milton, que azotaron el sureste de EU a finales de septiembre y principios de octubre, así como de la huelga en Boeing, que se acerca a su segundo mes y está repercutiendo en la economía estadounidense.
En lo que respecta a la evolución de la actividad económica en México, en el periodo julio-septiembre de 2024 la cifra oportuna o preliminar del PIB registró una expansión anual de 1.5 por ciento y una de 1.0 por ciento a tasa trimestral desestacionalizada.
Aunque en ambas mediciones se presentó un crecimiento mayor al esperado de la economía mexicana, los datos no se apartan de la trayectoria de desaceleración de la actividad nacional observada desde finales de 2023 y que se extenderá al cierre de 2024 y a principios de 2025.
Además de la expectativa de menor crecimiento a nivel local en un entorno de mayor incertidumbre asociado con factores externos e internos, las cifras del PIB reflejan un desacoplamiento entre las economías de EU y México.
La alta incertidumbre en el país está relacionada con el cambio abrupto en el marco institucional de varios sectores, pero marcadamente en el Poder Judicial.
No hay que restar importancia al desacoplamiento entre el crecimiento de EU y México, que sigue siendo el mercado emergente que más se beneficia de la economía estadounidense.