Esta semana el INEGI dio a conocer las cifras preliminares de las estadísticas de los homicidios registrados a nivel nacional en el primer semestre de 2024.
De enero a junio de ese año se reportaron 15 mil 243 asesinatos, en los que el principal medio usado para provocar la muerte fue el disparo con arma de fuego en 73 por ciento de los casos.
La tasa de homicidios en ese periodo fue de 11.7 por cada 100 mil habitantes a nivel nacional, menor a la tasa definitiva registrada para los mismos seis meses de 2023, que fue de 12.4.
Si bien la cifra de 15 mil 243 defunciones por homicidio es la más baja para un primer semestre desde 2017, equivale a 2 mil 540 asesinatos por mes, o bien, casi 84 víctimas por día.
Según un reporte presentado el 9 de enero por Marcela Figueroa, titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, 2024 finalizó con 30 mil 57 homicidios dolosos, mientras que 2023 cerró con 29 mil 675.
Esto arroja un promedio diario de 82 víctimas de homicidio doloso, indicador que, oficialmente, ligó su cuarto año con disminución.
Aun así, el número de muertes violentas en el país se corresponde con la percepción de la población sobre la inseguridad pública.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), también del INEGI, en el cuarto trimestre de 2024, que coincide con los primeros tres meses del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, 61.7 por ciento de la población adulta en México consideró inseguro vivir en su ciudad.
Este porcentaje sobre la percepción de inseguridad pública, que equivale a 6 de cada 10 adultos, es superior al del tercer trimestre de 2024, cuando fue de 58.6 por ciento, que es la proporción más baja desde que el INEGI comenzó el levantamiento de la ENSU en septiembre de 2013.
Sin embargo, la lectura de sentimiento de inseguridad por temor a sufrir algún delito en 6 de cada 10 mexicanos se ha mantenido desde el cierre de 2022.
Villahermosa con 95.3 por ciento, Uruapan con 92.5 por ciento, Fresnillo con 90.9 por ciento, Culiacán y Tuxtla Gutiérrez con 90.6 por ciento ambas, así como Tapachula con 90.1 por ciento son las ciudades en que se percibe más inseguridad.
De las 91 áreas urbanas (ciudades) de interés que cubre la encuesta a nivel nacional, en 22 se presentó un cambio estadísticamente significativo al comparar con septiembre de 2024, con incrementos en 18 y reducciones en sólo 4.
De las 18 zonas urbanas con incrementos significativos en la percepción de inseguridad entre el tercer trimestre de 2024 y el cuarto, destacaron Culiacán, que desde septiembre registra una oleada de violencia, de 55.7 a 90.6 por ciento; Mazatlán, afectada también por los problemas de inseguridad en Sinaloa, de 40 a 67.7 por ciento; Querétaro, de 38.3 a 66.1 por ciento, y Villahermosa, que desplazó a Fresnillo como la ciudad más insegura, de 78.7 a 95.3 por ciento.
Las 4 áreas urbanas o ciudades que experimentaron la situación contraria fueron Veracruz, donde la percepción de inseguridad bajó de 60.7 a 51.1 por ciento de un trimestre a otro; Coatzacoalcos, de 77.9 a 68.3 por ciento; Ixtapa-Zihuatanejo, de 57.7 a 48.4 por ciento, y Apodaca, de 42.4 a 33.4 por ciento.
Los lugares en que los mexicanos se sienten más inseguros siguen siendo los cajeros automáticos localizados en la vía pública, el transporte público, la carretera y el banco, en ese orden, según la encuesta del INEGI.
El 42.5 por ciento de la población adulta, residente en las áreas urbanas de interés, manifestó que durante el cuarto trimestre de 2024 modificó sus hábitos respecto a “llevar cosas de valor, como joyas, dinero o tarjetas de crédito” por temor a sufrir algún delito.
Mientras tanto, otro informe de la semana, el Índice Mexicano de Confianza Económica del Instituto Mexicano de Contadores Públicos calculado para diciembre de 2024, confirmó que las condiciones de inseguridad en el país siguen siendo identificadas como el principal obstáculo que enfrenta la economía.
En México, el principal desafío continúa siendo la inseguridad pública por ser un factor que afecta las condiciones de vida de la población, la operación de las empresas y el desarrollo de la actividad económica.