Dinero, Fondos y Valores

Ahora el ‘contagio’ de desempleo y pobreza

Los empleos perdidos durante esta crisis epidemiológica no van a recuperarse rápidamente cuando se reinicien las actividades y reabra la economía.

El deterioro de la actividad económica como resultado de las medidas para mitigar la pandemia de Covid-19 ha agravado la pérdida de empleos formales en México.

Ayer se anunció que el empleo formal en el país, medido por el número de trabajadores asegurados en el IMSS, perdió 555 mil plazas en abril.

El dato convierte a abril, primer mes completo de confinamiento en México, en el de peor pérdida mensual de empleos desde que hay registro.

Cabe recordar que entre el 13 y el 31 de marzo ya se habían perdido 198 mil empleos en el país.

En mes y medio se destruyeron 753 mil puestos de trabajo formales, más del doble de los creados en 2019.

En 2009, año de la más reciente crisis y recesión económica, pero también de la epidemia de influenza A(H1N1), se perdieron 172 mil empleos en 12 meses.

El pasado 23 de marzo arrancó la Jornada Nacional de Sana Distancia, que implicó una pausa económica por la suspensión de las actividades no esenciales.

Inicialmente la campaña 'Quédate en casa', principal componente de la Jornada Nacional de Sana Distancia, concluiría el 19 de abril, pero se extendió hasta el 30 de mayo.

Eso anticipa que miles de trabajadores más verán afectado su empleo e ingreso familiar en este mes.

En lo que va del periodo de ausentismo laboral, la actividad manufacturera orientada a la exportación se ha visto muy afectada, como la industria automotriz y la de autopartes, que desde finales de marzo realizaron paros técnicos y redujeron sus actividades al mínimo.

Los analistas encuestados por el Banco de México a finales de abril prevén la destrucción de 700 mil empleos para el cierre de 2020, aunque entre ellos hay quien cree que podrían perderse hasta un millón 474 mil plazas en este año.

En el reciente foro virtual de El Financiero sobre el futuro económico del país tras el encierro, Carlos Serrano, economista jefe de BBVA en México, dijo que "podemos perder en este año entre un millón y millón y medio de empleos".

Los empleos perdidos durante esta crisis epidemiológica no van a recuperarse rápidamente cuando se reinicien las actividades y reabra la economía.

Lamentablemente, la pérdida de empleos formales y su impacto en el ingreso debilitarán el consumo de las familias mexicanas y eso terminará perjudicando aún más a la economía.

Además, la capacidad para absorber o incorporar mano de obra del mercado informal al formal será prácticamente nula.

Más bien, quienes pierdan un empleo formal buscarán migrar a la informalidad.

Al quedar desprotegido un amplio sector de la sociedad, habrá un incremento de la población en situación de pobreza a niveles nunca vistos, como lo advirtió esta semana el Coneval.

El organismo estima que, por la contingencia sanitaria, el número de personas en situación de pobreza extrema por ingresos aumentará entre 6.1 y 10.7 millones para 2020 desde 21 millones en 2018.

Se refiere a la población cuyo ingreso es insuficiente para comprar una canasta alimentaria y que es la más expuesta ante la ausencia de políticas públicas en la materia.

El Coneval advierte que la crisis puede revertir los avances en materia de desarrollo social y afectar principalmente a los grupos más vulnerables.

Dado que el camino para retomar el rumbo del crecimiento y la generación de empleos está muy distante aún, millones de mexicanos estarán condenados a permanecer por debajo de las líneas de pobreza y bienestar.

COLUMNAS ANTERIORES

¿Del pesimismo al cauto optimismo?
Autonomía de Banxico en tiempos de la 4T

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.