El presidente Enrique Peña Nieto inició su gobierno con descensos en la escala global de competitividad para el crecimiento y lo finaliza igual, con pérdidas.
Ayer, el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) publicó su ranking anual de competitividad 2018, donde analiza 140 economías.
En el reporte, México se ubicó en el lugar 46, lo que representa un retroceso de dos escalones respecto a su posición del año anterior.
El Informe de Competitividad Global 4.0 del WEF incluye una nueva metodología para evaluar el conjunto de factores que determinan la productividad de un país, en el marco de la 'Cuarta Revolución Industrial'.
Para el WEF, el nivel de productividad está "considerado en términos generales como el determinante más importante del crecimiento a largo plazo".
La Secretaría de Economía señaló que el ICG 4.0 no es comparable con los reportes publicados con la metodología anterior, de 2006 a 2017.
"Esta versión incluye solamente resultados de 2017 para efectos de referencia", aclaró.
En el reporte de 2013, publicado con la metodología anterior, México retrocedió también dos peldaños, del 53 al 55.
Podría decirse que, en materia de competitividad, Peña Nieto cierra su gobierno como lo empezó: con descensos en la escala de competitividad.
Con la nueva metodología, México sube de la cuarta a la segunda posición en América Latina, sólo por detrás de Chile (33), líder consolidado en la región.
Y comparado con el bloque BRIC, nuestro país escala del cuarto al tercer lugar, por detrás de China (28) y Rusia (43), pero arriba de India (58) y Brasil (72).
El reporte del WEF analiza 98 indicadores de 12 pilares básicos de la competitividad.
En el que mejor posicionado está México es en el de 'tamaño del mercado', donde ocupa el puesto 11, gracias a que "es una de las economías más grandes del mundo en términos de producción", según la Secretaría de Economía.
La principal debilidad está en el pilar de 'instituciones', donde el país está situado en la posición 105, dada "la percepción acerca del crimen organizado".
Puntualmente, en el indicador de 'crimen organizado' México ocupa el nada honroso lugar 139 de 140, siendo superado sólo por El Salvador.
Eso se refuerza con el sitio 130 que ocupamos en el indicador de 'tasa de homicidios', al presentar 19.3 asesinatos por cada 100 mil habitantes.
La inseguridad y la debilidad de las instituciones representan dos de los mayores desafíos para el país.
Más aún, la percepción sobre la calidad de las instituciones se cataloga como una de las mayores debilidades del Estado mexicano.
Si bien la nueva metodología del WEF favorece a México, el país sigue rezagado en la escala global de competitividad, en un contexto de agravamiento de las tensiones comerciales.
De hecho, la competitividad está amenazada por un mayor riesgo de proteccionismo comercial de Estados Unidos, país que, paradójicamente, encabeza el ranking del WEF.
Una prioridad para las políticas públicas del gobierno electo de Andrés Manuel López Obrador tendría que ser abordar las debilidades de México en materia de competitividad.
Eso incluye una ejecución firme de las reformas, lo que no está en sus prioridades.
Pronto sabremos qué tanto le interesa el tema.