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El modelo de ‘economía moral’… neoliberal

México seguirá creciendo al ritmo en que lo hizo en los 37 años del ‘periodo neoliberal’, por más que el crecimiento venga acompañado de democracia, justicia, honestidad, austeridad y bienestar.

México es el país latinoamericano cuya economía se contraerá más en este año por efecto de la pandemia por Covid-19, junto con Argentina y Ecuador.

La Cepal prevé una contracción económica de México en 2020 de 6.5 por ciento, que parece moderada frente a las estimaciones de otros organismos internacionales y analistas, que esperan la peor caída del PIB desde que se tiene registro.

Todo apunta a que la recuperación plena de la economía mexicana no se presentará en 2021, sino que tardará varios años.

Si bien en 2021 el crecimiento mejorará respecto a 2020, algunos analistas creen que llevará hasta cuatro años recuperar el PIB que México tenía antes de esta crisis.

Ante la posibilidad de que la economía registre en este año su mayor contracción desde la Gran Depresión, la Cepal prevé que el impacto social de la pandemia en México aumentará la población en pobreza extrema en 43 por ciento, a 15.9 millones de personas desde 11.1 millones al cierre de 2019.

Es el incremento más alto entre los países de la región, según las estimaciones del organismo de Naciones Unidas.

Resalta la particular vulnerabilidad durante la crisis del Covid-19 de la segunda mayor economía latinoamericana, que sigue caracterizándose por tener niveles de pobreza y desigualdad muy elevados.

Al respecto, el ensayo que presentó el presidente Andrés Manuel López Obrador el sábado pasado sobre 'La nueva política económica en los tiempos del coronavirus', plantea lo siguiente:

"El regreso a la nueva normalidad debe ir acompañado de la convicción de profundizar en los cambios ya iniciados por nuestro gobierno y poner atención en todo aquello que permita mejorar las condiciones de vida de los mexicanos para alcanzar una sociedad mejor".

Enfatiza que "otro elemento básico de nuestra política (económica) es desechar la obsesión tecnocrática de medirlo todo en función del mero crecimiento".

Defiende su proyecto alternativo, donde el crecimiento tiene que ir acompañado de democracia, justicia, honestidad, austeridad y bienestar.

AMLO sostiene, como lo ha reiterado antes, que debe tomarse en cuenta la felicidad de los mexicanos.

Sin embargo, la felicidad depende en buena parte de la situación económica del país y de los hogares.

Quizás el presidente se sorprenda cuando se entere que, al hacer mediciones del bienestar 'más allá del PIB', los mexicanos tienen una alta satisfacción con la vida en general, según el Inegi.

Sería muy desafortunado que la esencia de la 'economía moral' de la 4T, que no es nueva en la narrativa de AMLO, ignore que este puede ser un sexenio perdido en materia de crecimiento.

Es pronto para saberlo, pero cuando menos en la primera mitad del gobierno no habrá crecimiento de la economía.

Más bien, se registrará un decrecimiento para el promedio anual del periodo 2019-2021 por la fuerte caída del PIB en este año.

Habrá tiempo para retomar el rumbo del crecimiento, pero la promesa de AMLO de crecer 4.0 por ciento en el sexenio quedará en el recuerdo.

México seguirá creciendo al ritmo en que lo hizo en los 37 años del 'periodo neoliberal', que tanto cuestiona el presidente, por más que el crecimiento venga acompañado de democracia, justicia, honestidad, austeridad y bienestar.

En la nueva política económica no caben la flexibilización de los mercados, el fortalecimiento del Estado de derecho, el aumento de la competitividad ni el combate a la inseguridad.

Suficientes razones para tomarse muy en serio 'la felicidad del pueblo'.

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