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Hora de poner ‘freno de mano’ a las tasas

El Banco de México podría hacer una pausa en el ciclo de alza de tasas de interés, y no porque no le preocupe la inflación, sino por la desaceleración que registra la economía.

La mesa está puesta para que, a partir de mañana, el Banco de México ponga el 'freno de mano' al ciclo de alzas en su tasa de interés de referencia, después de haberla incrementado de 3 por ciento en diciembre de 2015 a 8.25 por ciento actualmente.

No es que al banco central no le deba preocupar ya la inflación, sino que los datos a la primera quincena de enero reflejaron una moderación en los precios, pese al desabasto de combustibles y el aumento al salario mínimo general y fronterizo.

Más bien, la actividad económica en el país sigue en ruta de desaceleración y es muy probable que los efectos de la falta de gasolinas, los bloqueos de vías férreas por parte de la CNTE en Michoacán y el conflicto laboral en algunas maquiladoras y empresas de Matamoros se adviertan con notoriedad en las cifras de crecimiento de enero e incluso de febrero.

La estabilidad de precios al inicio del año y la recuperación del peso frente al dólar contribuyen a amortiguar los efectos adversos que tendrán los tres choques mencionados sobre la economía mexicana.

El consenso de analistas en el mercado prevé unánimemente que Banxico mantendrá mañana su tasa de referencia sin cambios en 8.25 por ciento, en la que será la primera decisión de política monetaria con voz y voto de los subgobernadores Gerardo Esquivel y Jonathan Heath.

En la más reciente encuesta quincenal de Citibanamex sobre expectativas, publicada ayer, la mitad de los analistas anticipa que el próximo movimiento de Banxico será un recorte de 25 puntos base en la tasa de referencia.

Pero sólo cinco de ellos anticipan el recorte para este año frente a siete que lo ven en 2020, siendo noviembre de 2019 la fecha en la que se daría el próximo movimiento de Banxico.

Ante la actitud 'paciente' de la Reserva Federal de Estados Unidos sobre su propia tasa, la opción de política de Banxico sería mantenerse en 'pausa monetaria' o 'modo de espera', sin bajar la guardia en el combate a la inflación, que aún está muy lejos de la meta puntual de 3 por ciento.

Sin embargo, los recortes a la tasa de referencia están fuera de la mesa, hasta tener claridad de que la inflación retomará una tendencia más definida a la baja que favorezca la convergencia hacia la meta en el horizonte previsto: primer semestre de 2020.

Otro de los factores que favorecen un escenario de pausa o espera es la incertidumbre que enfrenta la economía mexicana, expresada en el deterioro del ambiente de confianza y certidumbre para la inversión que refleja la encuesta mensual de Banxico correspondiente a enero:

El porcentaje de analistas que consideran que el clima de negocios en los próximos seis meses empeorará disminuyó a 47 por ciento frente a 57 en la encuesta anterior, pero continúa siendo preponderante.

Aunque la proporción de los que piensan que la economía no está mejor que hace un año descendió de 90 a 87 por ciento, es una idea altamente predominante.

Además, 47 por ciento de los analistas opina que este es un mal momento para invertir y 40 por ciento no está seguro sobre la coyuntura actual para realizar inversiones.

Si bien el escenario es incierto, la pérdida de confianza en la economía y en el país como polo de inversión refuerza la perspectiva de un 'freno monetario' prolongado.

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