La nominación de Galia Borja para ser subgobernadora y miembro de la junta de gobierno del Banco de México es la tercera designación que realiza el presidente López Obrador sobre el banco central en lo que va de su administración.
El nombramiento, que aún debe ser ratificado por el Senado, es para sustituir a Javier Guzmán, quien finalizará su periodo como subgobernador el próximo 31 de diciembre.
No hay sorpresa en la designación, pues Borja estaba entre las posibles candidatas al puesto que más se mencionaban entre los analistas de los mercados financieros.
Galia Borja será la segunda mujer en ocupar el cargo de subgobernadora –por un periodo de ocho años–, después de Irene Espinosa, quien llegó a romper el 'Club de Toby' de Banxico en enero de 2018.
Su pertenencia a la junta de gobierno reconoce la importancia del género en la labor monetaria del banco central.
Ambas han sido funcionarias hacendarias y, coincidentemente, tesoreras de la Federación, por tanto responsables de manejar con eficiencia y transparencia la mayor parte de los recursos del gobierno federal.
Al igual que en los casos de los subgobernadores Gerardo Esquivel y Jonathan Heath, en el nombramiento de Borja no hay nada que señale una intención del Ejecutivo de interferir en la autonomía de Banxico, factor determinante en el combate a la inflación.
Repetidamente el presidente López Obrador ha manifestado su respeto por la autonomía del banco central, pieza clave para dar certidumbre a la economía a partir de la estabilidad de precios.
Tampoco hay razones para dudar de la independencia de criterio de quien habrá de sustituir a Guzmán ni de ninguno de los miembros actuales de la junta de gobierno.
Lo que sí se puede anticipar es un cambio en el equilibrio y balance de fuerzas respecto a las decisiones de política monetaria en 2021.
Es positivo que Galia Borja haya sido designada con anticipación, pues necesita la ratificación por mayoría simple del Senado, donde no se espera que encuentre oposición, lo que permitirá que la junta de gobierno esté integrada por sus cinco miembros desde el 1 de enero.
Es conveniente que la junta de gobierno esté completa para los próximos anuncios de política monetaria, pues Banxico tendrá que decidir si mantiene la pausa en el ciclo de relajamiento monetario anunciada en noviembre o si recorta su tasa de interés.
No será una decisión fácil, al menos eso sugiere la Encuesta Citibanamex de Expectativas publicada el lunes, donde hay opiniones divergentes entre los analistas sobre lo que viene para la tasa de referencia.
De un total de 26 participantes, 10 no revelaron su opinión sobre cuál ni cuándo será el siguiente movimiento de Banxico.
De los 16 que sí lo hicieron, 15 esperan que sea un recorte en la tasa de interés de 25 puntos base desde su nivel actual de 4.25 por ciento.
Sin embargo, siete de ellos estiman que tendrá lugar en la próxima reunión del 17 de diciembre. Tres analistas prevén que el recorte en la tasa de referencia se dará en el primer trimestre de 2021, y cinco más lo esperan para el segundo trimestre o después.
Aunque hay visiones divergentes sobre cuándo se daría la reducción, el pronóstico para la tasa de Banxico al cierre de 2020 se mantiene en 4.25 por ciento, lo cual sugiere que el ciclo de bajas se reanudaría el año entrante para llegar a 4.0 por ciento. ¿Será ese el punto final?
Los retos derivados de la pandemia exigen un manejo prudente y cauto de la política monetaria, con independencia del relevo en puerta en la junta de gobierno.