Ya se anticipaba que en el último trimestre del año probablemente se iba a agravar el problema sanitario en México, en la medida en que fueran relajándose las medidas de confinamiento y empezara la temporada de influenza.
El fin de semana se confirmó en CDMX el primer caso de coronavirus e influenza estacional en una misma persona.
Más casos en que confluyan los dos virus a la vez podrían agregar presión al sistema de salud en la capacidad de la infraestructura hospitalaria.
La coexistencia de dos o más epidemias, que se conoce como sindemia, podría tener mayores costos en materia de salud, además de que propiciaría una recuperación más lenta de la economía.
Prácticamente han transcurrido diez meses desde la aparición en China a finales de diciembre del virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19.
Declarada oficialmente el 11 de marzo por la OMS como pandemia, está lejos de ser superada. Como lejos de terminar está la crisis económica.
Hasta la fecha se han reportado más de 38 millones de casos confirmados y cerca de un millón cien mil defunciones a nivel mundial.
Preocupan los picos recurrentes en el número de casos nuevos, pues apenas el 9 de octubre se registraron más de 360 mil, después del récord de 361 mil infecciones en solo un día el 24 de septiembre.
India, Reino Unido, Estados Unidos, Francia y Rusia son los principales países que están impulsando el número de casos nuevos de Covid-19.
A medida que el virus sigue propagándose en otras partes del mundo, como en Europa, México se mantiene entre los diez países con el número más alto de contagios, pero es el cuarto con más víctimas mortales.
La transmisión del virus está siendo muy activa en países que no sólo habían contenido el primer brote, sino que ya iban de salida. En Europa, sobre todo, hay una fuerte aceleración de los contagios.
En esta segunda ola de la pandemia se quieren evitar nuevas medidas de confinamiento que pudieran limitar o incuso frenar el proceso de recuperación económica.
Por lo pronto, los gobiernos de Alemania, España, Francia, Gran Bretaña e Italia, entre otros, volvieron a imponer cuarentenas en sus principales ciudades.
Por la forma en que están anunciándose, son medidas de aislamiento locales, más que una vuelta a un confinamiento generalizado, como ocurrió en marzo y abril.
En algunos lugares, las protestas o resistencias ante las restricciones para prevenir el contagio de coronavirus dificultan el cumplimiento de las medidas de aislamiento.
El principal riesgo es que haya una parálisis en el proceso de recuperación económica. Más aún, si no se dispone todavía de una vacuna segura y efectiva.
Si bien siguen desarrollándose decenas de iniciativas que buscan una vacuna, aún no hay ninguna garantía de éxito.
La disponibilidad de una vacuna segura y eficaz contra el Covid-19 permitirá una recuperación económica global más acelerada.
En México continúa la reactivación de la economía, aunque sigue siendo heterogénea entre sectores y empieza a observarse un debilitamiento respecto a la mejoría de junio y julio con la reapertura.
La recuperación económica será lenta y prolongada porque, a los temores de contagio, se agregan el elevado desempleo en el país y la ausencia de medidas de apoyo fiscal significativas.
En el proceso de normalización, México no avanza con paso firme hacia la reactivación de la economía, cuyo ritmo de recuperación aún es muy incierto.