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¿Podemos ‘cantar victoria’ en el TMEC?

México será el primer país en aprobar el nuevo tratado; en Canadá será después del 16 de septiembre y en EU aún no se sabe, pero se anticipan retrasos por las disputas políticas.

Hoy, previsiblemente por unanimidad, se aprobará en el Pleno del Senado de la República el Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá (TMEC), que sustituirá al TLCAN.

México será el primer país de los tres socios de Norteamérica en aprobar el nuevo tratado, antes incluso de Canadá, donde el proyecto de implementación ya es analizado en el Parlamento.

El Parlamento canadiense no podrá aprobarlo antes del receso legislativo que inicia el 22 de junio, por lo que la ratificación se dará hasta después del 16 de septiembre, de no anunciarse un periodo extraordinario.

En EU aún no comienza la ruta legislativa, pero se anticipan retrasos en el proceso de aprobación ante las disputas políticas entre la Cámara de Representes demócrata y la Casa Blanca republicana.

Los demócratas van a 'vender muy caro' su voto a Donald Trump, quien anoche anunció su postulación a la reelección.

La vigencia del TMEC es de 16 años, que son prorrogables, además de que incluye un mecanismo de revisión cada seis años.

Si entrara en vigor en 2020, en 2026 las partes podrían acordar extender su vigencia hasta 2042.

Con Trump nunca se sabe, pero un horizonte de largo plazo daría mayor seguridad y certidumbre al comercio, así como a la inversión en la región.

Una de las novedades del tratado es el capítulo laboral, que busca elevar la competitividad de la economía mexicana al mejorar las condiciones de trabajo y salarios en el país.

Además, pretende recuperar los derechos colectivos de los trabajadores.

El capítulo laboral del TMEC obligó a México a hacer una reforma que prevé la revisión de los contratos colectivos de trabajo en un plazo no mayor a cuatro años, posteriores a la entrada en vigor de la legislación, que ocurrió el pasado 2 de mayo.

En México existen 700 mil contratos colectivos de trabajo, que deberán ser revisados de aquí a 2023 para corroborar su vigencia y evitar la proliferación de los contratos de protección patronal.

Si bien hay contratos que tienen años o incluso décadas sin revisión y que, mayormente, son propensos a dar protección patronal, es un reto para las autoridades laborales revisar todos los contratos colectivos.

Con independencia de lo anterior, se mantiene la exigencia de la presidenta de la Cámara de Representantes de EU, la demócrata Nancy Pelosi, de incorporar al TMEC disposiciones más estrictas para cumplir (enforcement) las leyes laborales mexicanas.

Es su 'moneda de cambio' para respaldar el tratado.

Según el informe que envió al Senado el canciller Marcelo Ebrard, en su reciente reunión en Washington "para discutir los avances en la aprobación del TMEC", Pelosi "compartió (a la delegación mexicana) su preocupación sobre los recursos destinados y el tiempo que tomaría la aplicación de la legislación laboral".

Pelosi ha dejado claro su interés de reabrir el capítulo laboral del tratado para obtener mayores protecciones para los trabajadores estadounidenses.

También ha hecho críticas a las reglas sobre medio ambiente, propiedad intelectual y patentes para la industria farmacéutica.

La semana pasada, Pelosi integró un comité de representantes demócratas para negociar con la administración Trump algunos puntos del acuerdo.

Mientras el TMEC no esté aprobado, se mantiene el riesgo de reabrir el texto no sólo del capítulo laboral, sino de otras disposiciones por presiones políticas en EU.

Hacerlo sería tanto como volver al principio de la negociación.

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