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Signos de ‘cansancio’ del rebote económico

La pregunta es cuánto tiempo tomará recuperar los niveles de actividad económica previos a la pandemia; la respuesta apunta a no antes de 2023.

De acuerdo con el dato revisado por el Inegi, en el periodo julio-septiembre el PIB de México registró un rebote trimestral de 12.1 por ciento, luego de un desplome de 17 por ciento en el lapso abril-junio, que es hasta ahora la mayor contracción desde que se tiene registro.

Aun así, la actividad económica todavía está 8.6 por ciento por debajo de su nivel del tercer trimestre de 2019.

De hecho, la economía mexicana se 'encogió' a un tamaño similar al de hace seis años, pues su valor actual es parecido al que tenía en el tercer trimestre de 2014.

La recuperación parcial de la economía es resultado de la reapertura de más actividades después del confinamiento por la pandemia de Covid-19 y la mayor movilidad de personas.

En el periodo julio-septiembre, la actividad industrial repuntó 21.7 por ciento respecto a los tres meses previos, impulsada por las manufacturas y la construcción, mientras que el sector servicios creció 8.8 por ciento, apuntalado por el comercio minorista y mayorista.

El sector agropecuario, cuyas actividades fueron catalogadas en su mayoría como esenciales desde el inicio de la emergencia sanitaria, registró un avance de 8.0 por ciento en el tercer trimestre.

Hasta ahí todo va bien y nos lleva a concluir que en el periodo julio-septiembre el PIB siguió recuperándose, pero no lo suficiente para compensar la caída del segundo trimestre.

Además de que la actividad económica en México está muy por debajo de los niveles previos a la pandemia, exhibe una pérdida de vigor en su ritmo de recuperación.

El Indicador Global de la Actividad Económica, que es una medición aproximada del PIB mensual, sigue perdiendo fuerza, pues en septiembre creció 1.0 por ciento frente al mes previo.

Pero viene de un rebote de 8.8 por ciento mensual en junio –después del colapso de abril y mayo por el confinamiento–, de 5.7 por ciento en julio y de 1.4 por ciento en agosto.

"En retrospectiva histórica, después de su avance en septiembre de 2020, el Indicador Global de la Actividad Económica quedó en un nivel similar al de marzo de 2015", corroboró Julio Santaella, presidente del Inegi.

Además, "todavía exhibió una contracción anual de 7.0 por ciento respecto a septiembre de 2019".

En términos anuales, el IGAE ligó 17 meses en contracción, pero el mayor periodo negativo lo tiene la actividad industrial con 19 meses en rojo.

Lo que debe preocupar es que, precisamente, la actividad industrial frenó su reactivación en septiembre, al registrar un nulo crecimiento respecto al mes previo, lo cual sugiere que su impulso tiende a diluirse.

La actividad industrial venía siendo el principal motor de la recuperación de la economía mexicana, que si bien sigue creciendo, lo hace a un ritmo cada vez más moderado y heterogéneo entre sectores.

Enfrentamos un panorama económico complejo e incierto, como lo advierte el Banco de México en su reciente informe trimestral, cuyo escenario central anticipa una recuperación gradual y a un ritmo moderado.

Ahora su expectativa es una contracción del PIB en 2020 de 8.9 por ciento, que será su mayor caída en 90 años.

Y prevé un rebote de 3.3 por ciento en 2021, que implicaría recuperar apenas una tercera parte de lo perdido en este año.

Sin embargo, Banxico reconoce que los riesgos para el crecimiento en su escenario central "están sesgados a la baja".

La pregunta es cuánto tiempo tomará recuperar los niveles de actividad económica previos a la pandemia. La respuesta apunta a no antes de 2023.

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