He experimentado que desde la zona de confort difícilmente hago innovación y cuando la incomodidad llega por factores externos, nos solo experimento el proceso de desaprender, sino también el de aprender nuevas cosas e innovar, pero a un costo muy alto: poco tiempo y alto estrés.
Muy buen día queridos lectores, muchas gracias por dedicar unos minutos para leer la columna de café y tecnología de esta semana.
En la semana leí un artículo bastante interesante acerca de desaprender. Haciendo introspección de cómo ha sido mi interacción con la tecnología en los últimos años, me di cuenta de 3 cosas que quiero compartirles y que estoy seguro podrán ser buena herramientas para que sigan o empiecen a innovar.
La primera, es como quien tiene algún mal hábito, lo primero es reconocerlo, de la misma forma, tener la humildad y como dicen los chinos; verlo con una mente de principiante, en una palabra, ser humilde.
El segundo paso que encontré fue experimentar la vulnerabilidad; que, aunque yo quiera tener el control al 100% de todo, no es ni cercanamente posible; esto permite tener una visión objetiva de las fortalezas, las debilidades y las amenazas. Aquí me encontré con un paradigma: enfocarse perfeccionar las fortalezas o enfocarse en fortalecer las debilidades, ¿usted qué opina?
El tercer aprendizaje es la acción, practicar la curiosidad, dedicar unos minutos al día para crear (imaginarse soluciones, servicios, equipos que por muy loco que suene la idea, ¿cómo serían?) y empezarlos a experimentar en forma de prototipo rápido (sprints). Desde mi punto de vista, esto genera innovación.
La innovación es fundamental para cualquier industria, pero creo que en la tecnología es columna vertebral, ralizar sprints e iterar son fundamentales para crear el hábito de la innovación. Cada día, más empresas se suman a esta idea; el que no se mueva, muy probablemente muera.
Tuve la oportunidad de asistir a dos charlas de dos temas completamente diferentes, pero ambos expositores coincidieron en que si no hay incomodidad no hay evolución, me parece un hábito interesante el sentirse incómodo constantemente, evolucionar y disfrutar pero estar ya planenado el siguiente movimiento.
Hoy acompañé la escritura con un café espresso, elaborado con un blend de granos del estado de Veracruz, acidez media, con toque de nuez y cacao.
Les deseo un extraordinario fin de semana en compañía de la familia y amigos!