Cuando AMLO asumió su cargo muchos inversionistas internacionales se preguntaban de qué manera iba a fortalecer a Pemex, la compañía petrolera más endeudada del mundo. Desde entonces había escepticismo acerca del enfoque nacionalista del nuevo gobierno.
Más de un año después, bajo este enfoque nacionalista, las decisiones operativas y financieras de Pemex han contribuido a pérdidas históricas de 562 mil 251 millones de pesos. En el primer trimestre del año se han superado las pérdidas de 2019 que fueron 18 billones de dólares. Sin duda, la alta volatilidad en los precios del petróleo por dos eventos imprevisibles: la guerra de precios de petróleo entre Arabia Saudita y Estados Unidos y la caída de la demanda de petróleo y combustibles por la pandemia del Covid-19 han agravado estas pérdidas.
Al mismo tiempo, el gobierno sigue trabajando en la construcción de la refinería de Dos Bocas ubicada en Tabasco, el estado natal del presidente que tendrá un costo aproximado a 8 mil millones de dólares, a pesar de que los precios del petróleo en el índice de referencia internacional WTI cayeron a precios negativos por primera vez en la historia.
El indicador más importante para la toma de decisión de inversión, la rentabilidad económica de un proyecto, no está siendo considerado para la construcción de la séptima refinería en el sistema nacional de refinación. Actualmente, existe un margen de refinación negativo de 12.51 dólares por barril. Tomando esto en cuenta, el gobierno no ha hecho modificaciones al presupuesto de refinación. Lo que continuará contribuyendo a las pérdidas históricas de Pemex.
Por otro lado y en el miso sentido, la demanda de gasolina en México ha caído en un 60 por ciento afectando las ventas de Pemex que han bajado en un 16 por ciento ocasionando pérdidas de 3.7 mil millones de dólares en el primer trimestre del año. Para agravar la situación, hay docenas de buques varados en altamar sin poder descargar su producto en las terminales portuarias correspondientes por la falta de capacidad de almacenamiento e infraestructura logística necesaria.
El plan de este gobierno de reducir los volúmenes de exportación de crudo para en su lugar alimentar las refinerías domesticas significara una pérdida de ingresos en dólares importante. Este trimestre se exportaron 66 mbd menos que en el [mismo] trimestre de 2019 y se espera que éstas continúen reduciendo, lo cual podría seguir afectando las finanzas de Pemex.
Las medidas para mitigar los efectos derivados del Covid-19 han sido insuficientes.
Mientras que empresas como Equinor han optado por reducir sus costos operativos equivalentes a 3 billones de dólares, Pemex únicamente ha anunciado una reducción en presupuesto de inversión para este año de 45 mil 500 millones de pesos. Tomando en cuenta las medidas de beneficio fiscal de 65 mil mdp y las coberturas de 15 por ciento de sus exportaciones representando 7 mil 540 mdp para este año el monto total de estas medidas significan un recorte de 156 mil 158 millones. Este recorte presupuestal es insuficiente para responder efectivamente a la crisis petrolera y el gobierno debería de considerar reducir presupuesto de inversión en el área de refinación.
En lugar de inyectar capital en proyectos que no son redituables bajo el panorama actual donde existe una caída en la demanda por combustibles y una sobreoferta de los mismos en el mercado, Pemex debería de enfocarse en reducir sus costos para no incurrir en mayores pérdidas fortaleciendo la seguridad energética del país y, sobre todo, la seguridad económica de México en su conjunto.