Para combatir el robo de combustible, autoridades federales certificarán que la cantidad de gasolina que sale de una refinería, de una pipa, de una terminal de almacenamiento o de una bomba en la gasolinera de tu elección correspondan con lo que el vendedor dice.
A través de un software que registra los flujos de combustible, se buscará garantizar en toda la cadena de distribución del energético, desde la importación o refinación hasta su venta al público, se tenga un registro exacto de los volúmenes que se despachan.
"El año pasado, tratando de combatir la Secretaría de Hacienda todo lo que es el robo de combustible y el registro y la declaración completa de los impuestos de todas las transacciones de ventas, hacen cambios para toda la cadena.
"El control volumétrico debiera de operar desde el que importa gasolina, refina, transporta, almacena hasta el que expende, ya sea al público en general o para consumo propio", comentó Gerardo Canto, director general de Neo Smart Systems, durante el primer foro Expogas 2019, celebrado en Mérida.
En entrevista con El Financiero, detalló que hasta ahora, el software se podía adquirir con cualquier proveedor, de los cuales se cuentan con 84 empresas en el mercado.
"Ahora ese software va a tener que ser certificado, ¿por quién?, por una empresa de terceros que Hacienda valide que tiene la capacidad técnica para certificar el software que usa toda esta cadena de suministro", explicó.
En junio de 2018, se aprobó el decreto que cambió el Código Fiscal de la Federación, en el que se estableció que a fabricantes, productores, procesadores, transportistas, almacenistas y distribuidores de hidrocarburos o petrolíferos deberán "contar con los equipos y programas informáticos para llevar controles volumétricos, así como con dictámenes emitidos por un laboratorio de prueba o ensayo, que determinen el tipo de hidrocarburo o petrolífero, de que se trate, y el octanaje en el caso de gasolina".
Además, se estableció que los equipos y programas informáticos para hacer estos controles tendrán que ser autorizados por el Servicio de Administración Tributaria y tendrán que operar en todo momento.
La nueva normatividad relacionada con los certificados entra en vigor el 1 de mayo, pero su aplicación será a partir de agosto; sin embargo, se dará un plazo de seis meses a partir de esa fecha para que todas las estaciones de servicio cuenten con el software certificado, es decir, hasta 2020.
"Se va a migrar hacia las pipas y los carros de ferrocarril que es la última Milka que le llamamos nosotros, a las terminales de almacenamiento y reparto, alas plataformas petroleras dónde aún no existen esos sistemas de control", refirió Isaías Romero, presidente de la Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio (AMPES).
De acuerdo con el directivo, hay 86 empresas que trabajan con estos sistemas, de las cuales 14 pertenecen a su asociación y concentran 80 por ciento del mercado.
"Se supone que ahora la autoridad está solicitando una serie de acreditaciones de cada uno de ellos en el cual está pidiendo que sean intrínsecamente seguros, para que no puedan ser violados", refirió.