Península

¿Por qué Mérida tiene que apostar por las industrias creativas?

Investigadores argumentan que fortalecer este sector genera efectos positivos en distintos nichos, la calidad de vida mejora y la gente se vuelve más tolerante.

La industria creativa de la Zona Metropolitana de Mérida (ZMM) se ha colocado entre las seis más dinámicas en el país, y está por arriba de la media nacional y la de otras ciudades como Guadalajara, según corroboró un equipo de investigadores de la UNAM.

Sólo en esta zona, 50 mil personas se dedican a un trabajo creativo, que de acuerdo con Marcos Valdivia López, investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM, está por encima de la media nacional.

Expresó que a nivel nacional, entre el 6.5 y 7 por ciento de la población ocupada tiene un empleo creativo, mientras en Mérida es un 7.5 por ciento.

Hay mil 564 establecimientos creativos en la ZMM y 100 mil a nivel nacional, es decir tiene una aportación de alrededor del 1.5 por ciento en este rubro.

Además de esto, mencionó que la tasa de crecimiento en el valor agregado de estas industrias en Mérida fue del 6 por ciento del 2003 al 2014.

"La tasa de crecimiento del PIB en México en los últimos 20 años, desde el proceso de neoliberización económica, ha sido alrededor del 2 por ciento (...) y la tasa del crecimiento de las industrias creativas en Mérida ha sido del 6 por ciento, bueno algo está diciendo de que esta industria está encontrando un nicho importante en el mercado", mencionó en entrevista Valdivia López.

Además de esto, informó que los salarios de personas dedicadas a una labor directamente creativa crecieron un 4.11 por ciento.

El equipo de investigadores se encuentra realizando un estudio sobre industrias creativas en las seis ciudades con mayor dinamismo en este sector: Tijuana, Oaxaca, Querétaro, Guadalajara y Ciudad de México, además de la capital yucateca, y posiblemente amplíen a Morelia.

Además de estudiar el dinamismo, se busca comprobar cómo el impulso a este sector contribuye a la erradicación de desigualdades, calidad de vida y la economía.

Estas industrias se refieren al arte, servicios creativos (como publicidad, marketing, diseño, entre otros), software (incluyendo videojuegos y el diseño de páginas web), investigación y desarrollo, y entretenimiento, según las clasificaciones que tomaron en cuenta para este trabajo de investigación.

Según la UNESCO, las industrias creativas y culturales capitalizan 2.2 billones de dólares y alrededor de 30 millones de empleos en el mundo, y señala que son grandes impulsores de las economías de países desarrollados y en desarrollo, además de estar entre los sectores que están creciendo con mayor rapidez.

En el caso de México, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, las exportaciones de estas industrias incrementaron en un 67 por ciento del 2005 al 2014, lideradas por productos de diseño de interiores y seguidas por new media, y libros, revistas y periódicos.

Tanto estas organizaciones, como los investigadores de la UNAM, concluyen que las industrias creativas no tienen mucha contribución económica, pero lo importante son sus efectos indirectos. Argumentan que fortalecer este sector genera efectos positivos en distintos nichos, la calidad de vida mejora y la gente se vuelve más tolerante.

Valdivia López explicó que el caso de Mérida, así como de Oaxaca, es histórico pues las zonas metropolitanas del centro y norte del país tienen industrias creativas dinámicas debido a que están vinculadas al TLCAN y tienen un importante sector industrial; sin embargo, en Mérida surgió este dinamismo por otros factores. Primero el turismo, que atrajo arte y servicios creativos, y posteriormente la gastronomía. Esto atrajo a personas creativas de otras regiones, además de las amenidades que presenta la ciudad, con lo que se creó un dinamismo importante.

Luego de una investigación cuantitativa, se realizó un trabajo de campo con empresarios, funcionarios y gestores en la ciudad de Mérida del 8 al 13 de julio. En este trabajo se corroboró el dinamismo de las industrias creativas en la zona metropolitana de la capital yucateca.

En los análisis cuantitativos, habían obtenido que las áreas de arte y servicios eran las más altas en Mérida, mientras que las más bajas eran el software e investigación. Sin embargo, estos datos son hasta el 2014 y según informó Valdivia López, se corroboró la primera parte, pero también encontraron que hay un florecimiento en el software. Ahondó en que a nivel nacional, de las industrias creativas el 9.5 por ciento de las firmas de los establecimientos están en el segmento de software, mientras que en Mérida es casi el 13 por ciento.

"Pareciera que hay un ambiente, se está empezando a generar un ecosistema al menos en la expresión de los actores que está haciendo pensar que se está fortaleciendo esta área".

Esto puede ser entendido en los esfuerzos que se han dado en los últimos años para el crecimiento del sector en Yucatán. De 2013 a 2016, se asignaron a Yucatán recursos por más de 500 millones de pesos del Fondo Nacional Emprendedor (FNE) en beneficio de 1,500 proyectos, según un comunicado del gobierno federal, según un comunicado del gobierno federal.

Además cuenta con el Instituto Yucateco de Emprendedores (IYEM) y el Centro Municipal de Emprendedores que impulsan proyectos de esta área, así como el Parque Científico Tecnológico de Yucatán, que alberga 10 centros de investigación e instituciones de educación superior, ocho empresas privadas y 10 socios estratégicos.

Asimismo, el "Yucatán Regional Report 2017/2018" del Global Entrepreneurship Monitor coloca a la entidad en el lugar 13 en el Ranking de Ecosistemas Emprendedores, que incluye a 100 países que impulsan el emprendimiento. El ecosistema yucateco está por encima del de México, que está en el puesto 18. Además tiene una valoración superior a la que tiene América Latina, pues en la valoración global del 1 al 9, esta región tiene 4.29 y el ecosistema yucateco tiene 4.98.

Valdivia López concluyó con que en el caso de Mérida, debería haber una política agresiva con turismo y el INAH, para el fortalecimiento de esta industria, así como la vinculación con la gastronomía.

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