Representantes del colectivo maya Úuchben Ch'i'ibal Túumben Táan, que concentra distintos grupos de este pueblo indígena, se pronunciaron en contra del Tren Maya, por la falta de un acercamiento de parte de las autoridades responsables de este proyecto para informarles sobre las implicaciones y beneficios que podría ocasionar al pueblo maya y por usar su nombre aunque no se trata de una idea de esa comunidad.
También descalificaron el nombre del proyecto al señalar que hasta ese momento no saben qué tiene de maya, "tal vez es un tren de atropello maya más que un tren que haya salido como una idea del pueblo", señaló Feliciano Sánchez Chan, integrante de la agrupación.
Los cinco miembros del colectivo se deslindaron de cualquier posicionamiento que haya hecho cualquier otra persona supuestamente representando al pueblo maya, en relación con una reunión entre grupos originarios y el director de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, a cargo de la obra el pasado 2 de marzo.
.@RogelioJmzPons, director de @FonaturMX , presenta el #TrenMaya durante el Foro Peninsular Indígena Maya, en #Mérida, y dialoga con la comunidad. pic.twitter.com/ZM1lHkAoMN
— Tren Maya (@TrenMayaMX) March 2, 2019
Además, pidieron que se haga una consulta indígena de acuerdo con los estándares de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y rechazaron la consulta ciudadana a pueblos indígenas programada por el gobierno federal.
"No queremos aceptar consultas ciudadanas en donde nos parece que este tipo de consultas es una simulación o no sabemos a quiénes realmente beneficia... Sino las consultas que nosotros pedimos son con base a lo que dice el convenio 169 (de la Organización Internacional del Trabajo), que es una consulta indígena, en donde nosotros como pueblos indígenas tenemos que discutir, tenemos que acordar, y en su caso tenemos que pronunciar nuestra voluntad", afirmó en nombre del colectivo Pedro Uc Be.
En el mismo sentido, exigieron esta consulta de acuerdo con derecho que asiste el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y el artículo 2 sobre los derechos de los pueblos indígenas de la Constitución mexicana.
Explicaron que se necesita hacer una consulta previa, libre, informada, culturalmente adecuada y de buena fe; haciendo énfasis en la necesidad de que les informen por medio de estudios de impacto ambiental y los presuntos beneficios que el proyecto les aportaría.
Los representantes de pueblos mayas demandaron su derecho a la autodeterminación y pidieron que no hablen por ellos otros grupos interesados.
"No necesitamos que otras personas vengan a hablar por nosotros, basta ya de la flolklorización, no necesitamos bastones de mando, no necesitamos disfrazarnos para venir aquí y mostrarnos como mayas. Nosotros somos mayas y queremos también que se escuche la voz del pueblo maya", puntualizó Fidencio Briceño Chel.
Mencionaron que hace algunos años les preocupaba la llegada de proyectos que ocuparían múltiples hectáreas de ejidos mayas, como los megaproyectos que tienen que ver con la siembra de soya transgénica, granjas porcícolas, turismo y de energía renovable.
Por último, invitaron a otros grupos de pueblos mayas a participar con ellos para lograr una solución conjunta.