CIUDAD DE MÉXICO. Aunque Andrés Manuel López Obrador dijo no confiar en los legisladores, acudió al Senado de la República a notificar sobre una solicitud formal para realizar una consulta popular revocatoria de la reforma energética, pero aclaró que no llevó su cartera porque "no vaya a ser que la pierda".
El dos veces excandidato presidencial entregó el oficio directamente al presidente de la Mesa Directiva de la Cámara alta, el priista Raúl Cervantes Andrade, y tras realizar ese requerimiento confió en juntar más de dos millones de firmas para cumplir con el procedimiento.
Acompañado de la escritora Elena Poniatowska y de una decena de senadores del PRD y PT, el político tabasqueño puntualizó que la recolección de firmas se realizará por todo el territorio nacional, principalmente con la estructura del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Por ello, desestimó el proceso que sigue el PRD para llevar a cabo una consulta en la materia, ya que –dijo—"si se llevan a cabo dos procesos lo más probable es que alguno tenga éxito".
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