CIUDAD DE MÉXICO. La conclusión de las investigaciones sobre el manejo de los recursos en los Congresos estatales no es nueva para expertos como la firma Integralia Pública, tampoco las respuestas vagas sobre el destino de los recursos públicos, pero en conjunto este año los 32 poderes legislativos en los estados (incluida la ALDF) ejercerán alrededor de 11 mil 236 millones de pesos, monto similar al presupuestado por ambas cámaras en el Congreso de la Unión.
La investigación más reciente de Integralia Pública, muestra que los presupuestos estatales son heterogéneos en sus montos, esto además de que de manera discrecional aumentan de un año a otro a tasas récord.
El presupuesto promedio de los 32 Congresos locales fue 441 millones de pesos este año, pero en términos reales la Asamblea Legislativa del DF tiene el gasto más alto de todo el país ya que ejerce mil 528 millones de pesos, seguido apenas por el Poder Legislativo del Estado de México. Es Colima la entidad con el menor gasto –que se explica por su tamaño–, es 88 millones de pesos.
En 2014, los cinco congresos con los presupuestos más elevados fueron los del Distrito Federal, Estado de México, Jalisco, Sonora y Michoacán, mientras que los cinco con los presupuestos más bajos fueron los de Colima, Aguascalientes, Yucatán, Baja California Sur y Campeche.
AUTORIZAN SUS INCREMENTOS
Un fenómeno recurrente es el incremento de los presupuestos en algunos congresos a tasas que no tienen límite. A manera de ejemplo, los más significativos fueron del orden de 79 por ciento en Oaxaca de 2010 a 2011. En Sonora del periodo 2013 a 2014 creció en 66 por ciento.
El gasto en la ALDF para el año 2008 se anotó un aumento del 29 por ciento, pero en 2011 en Guanajuato se regalaron un 40 por ciento; en Hidalgo se fueron más arriba con 46 por ciento.
Y si esto parece alto, Michoacán se autorizó un incremento del 47 por ciento en 2009 y tiempo después, en 2011 otro 37 por ciento.
Sonora es una de las entidades con un Congreso que gasta mucho, el cuarto a nivel nacional y eso se explica ya que en 2013 se otorgaron un aumento del 66 por ciento y en 2014 otro 29 por ciento.
"¿A dónde van los recursos del Congreso federal y de los congresos locales? La respuesta es: no lo sabemos. Hay mucho dinero y, al mismo tiempo, mucha opacidad. La pregunta no es nueva, porque el problema no es nuevo, es viejo, es el problema de siempre", consideró Ricardo Espinoza Toledo, presidente de la Asociación Mexicana de Estudios Parlamentarios.
Al convertir los presupuestos a una tasa per cápita, los cinco congresos con los presupuestos más elevados fueron los de Quintana Roo, Sonora, Baja California Sur, Zacatecas y Nayarit, mientras que los cinco con los presupuestos más bajos fueron los de Puebla, Hidalgo, Tamaulipas, Veracruz y Chiapas.