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'Ant Man and the Wasp': lo pequeño a veces es bueno

La nueva entrega del superhéroe de Marvel prueba de que con pocos recursos se puede hacer más

Más humor, más consistencia, más peleas, más momentos de ternura y todo por el mismo tamaño pequeño, llegó este fin de semana Ant Man and the Wasp, la cual, para todos los efectos, aplica la máxima de menos es más.

Sin necesidad de grandes aspavientos, masivos efectos especiales o chistes sobrados, su director Peyton Reed, quien fue el encargado de la primera parte, logra entregar una historia entretenida, concisa y divertida. ¿Qué ha estado haciendo nuestro pequeño (de tamaño) super héroe en estos últimos años?

Scott Lang (en una gran interpretación) está en arresto domiciliario después de un 'pequeño' incidente con el Capitán América, así que pasa sus días viendo tv, tocando la batería, jugando con su pequeña hija y tratando de que funcione el floreciente negocio que tiene con sus compinches Luis (Michael Peña, siempre genial e hilarante), Dave y Kurt.

En ese periodo, también se ha mantenido alejado del doctor Hank Pym (Michael Douglas) y su hija Hope (Evangeline Lilly), quienes gracias a Scott han detectado señales de que Janet van Dyne, desaparecida hace 30 años en el reino cuántico, podría estar viva; la tecnología que podría traerla de regreso es la misma que necesita y de la cual está dispuesta a apropiarse Ava, mejor conocida como Ghost, quien debido a un accidente en su infancia que modificó sus células, se vuelve invisible y puede atravesar paredes.

Sin abusar de los efectos especiales ni de las bromas, And Man and the Wasp sienta un precedente al darle a un superhéroe hombre no sólo un compañero, sino a uno mujer, en este caso Evangeline Lilly, quien dicho sea de paso, tiene tan buenas escenas de peleas y se lleva por momentos la película, que ésta bien podría haberse llamado The Wasp and the Ant Man.

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