Marvel Studios logró la apuesta más espectacular de todos los tiempos al reunir una década de relatos de superhéroes en un mismo lugar que fue Avengers: Infinity War. Los directores Anthony y Joe Russo trasladaron el complejo enfoque de construcción de mundos de los cómics de Marvel en todo un nuevo mundo cinematográfico.
El año pasado, Thanos (Josh Brolin) hizo que la mitad del universo dejara de existir. Justamente después de estos eventos comienza la cinta, mostrando ese lado vulnerable de los superhéroes afligidos por la muerte de todos sus amigos, lo que hace que la primera media hora de la película sea fúnebre, pero la vibra cambia una y otra vez.
No queda muy claro si quería ser alegre como una película de Guardianes de la Galaxia o más seria como una película de Capitán América, pero al final se sintió como una cinta hecha para satisfacer a todos esos fanáticos de los cómics y las películas del MCU, dándoles exactamente lo que ellos querían ver.
Durante casi tres horas el conflicto clave involucra a los sobrevivientes de la destrucción intentando revertir la catástrofe, usando métodos que implican una máquina del tiempo y la exploración de un nuevo reino.
Esta película contiene una lista de reparto más extensa incluso que Avengers: Infinity War, lo cual es una enorme hazaña por parte de los guionistas, Stephen McFeely y Christopher Markus, al hacer que no se pierda la profundidad de cada personaje y evitar que la cinta ahondara simplemente en los puntos focales del MCU: Steve y Tony.
Dándole una especial mención a Nebula, Rocket Racoon y War Machine que eran tres personajes de los cuales no habíamos conocido sus personalidades a fondo y que tuvimos la oportunidad de ver en esta ocasión.
Si bien el MCU nunca ha tenido las habilidades intelectuales para crear grandes tramas, con esta película Marvel y Disney exponen su crecimiento y cambio, modificando varios errores del pasado con muestras de empoderamiento femenino y combate contra la discriminación racial.
Sin embargo, también es necesario decir que hubo errores. Avengers: Endgame, a un nivel personal, está llena de agujeros en la trama que se sienten un tanto innecesarios y en ocasiones terminan siendo grandes distractores.
Un punto clave aquí es el viaje en el tiempo. Es cierto que es bastante difícil escribir una película de viaje en el tiempo que tenga sentido, sin embargo Avengers: Endgame ni siquiera parece estar intentando. La manera en cómo se desarrolla la trama con las líneas de temporalidad crean preguntas sin respuesta y paradojas internas.
El viaje en el tiempo no es la única parte de Endgame que no tiene sentido.
Algunas de las resoluciones de los personajes son realmente poco satisfactorias, o simplemente quedan inconclusas. Quizá esto tiene toda la intención para abrirle paso a una nueva saga de películas de superhéroes, sin embargo, el sentimiento agridulce es latente al despojar de significado las resoluciones de algunos personajes importantes.
A pesar de todo, no cabe duda que Avengers: Endgame es un evento muy significativo para la industria como para los fanáticos y que incluso el fallecido Stan Lee hubiera deseado experimentar.
Aunque hay más películas de Marvel en camino, Endgame concluye sin una escena post-créditos, dando la esperanza de que esta cinta no sea el final de un universo sino los cimientos de uno nuevo que será, seguramente, mucho más grande que cualquier cosa que hayamos imaginado.