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Cuando el rock se vuelve políticamente correcto, lo estás matando: Silverio

Charlamos con Su Majestad Imperial sobre la corrección política, el humor serio y las maravillas de hacer shows para políticos.

¿Qué significa ser políticamente correcto en estos tiempos? Las redes sociales y la música están llenas de juicios. La actitud contestataria, rebelde y punk ha desaparecido casi por completo de las agrupaciones que suben al escenario para tocar ¿rock?

Silverio no necesita esa pose. Silverio es por sí mismo una esencia contracultural. Su humor negro ha perdurado más allá de esa corrección política; a pesar de ser bien conocido en la escena, sigue ocurriendo que visita ciertos estados o lugares del interior de la República para encender las primeras planas en periódicos locales.

"Lo que he intentado es que con el paso del tiempo en vez de suavizar mi espectáculo intento que el show sea más agreste porque debo llevarlo más lejos", comenta Su Majestad Imperial, "me gusta que mi show es con humor, pero no es una broma. Es un humor serio, digamos. Cuando tienes un show simple es que es efectivo, cuando le pones mucha crema a los tacos alguna falla hay".

Una lluvia de mierda

Uno de los grandes encantos que el rock tenía era justamente la ausencia de lo políticamente correcto. Desde el 2002, esa irreverencia ocurre en los espectáculos que monta Silverio, así solito sin más pirotecnia que sus calzones.

"Sí es un poco raro que haya tanto juicio por todos lados, como de lo políticamente correcto, y más en el rock", menciona el músico, "realmente cuando el rock se vuelve políticamente correcto, prácticamente lo estás matando".

Para ello Silverio tiene una solución que implementará durante su presentación del próximo sábado 7 de marzo en el Foro Indie Rocks: "Va a haber lluvia de mierda y voy a regalar impermeables".

Muchos de sus seguidores han dado paso a una nueva generación que se siente identificada con lo atípico de Silverio y su música incatalogable.

"Sí veo gente joven en el público y pues están muy cagados, es un público bastante entregado. Sí se ha renovado el público bastante; creo que muchos de los que iban antes a mis shows probablemente pues me sigan en redes, vean mis videos, no sé qué tanto vayan de fiesta", menciona.

Confusiones políticas

Y sí, a Silverio le siguen llegando contratos para eventos atípicos como de partidos políticos que buscan "acercarse a la juventud", pero solo logran acercarse al ridículo como lo que ocurrió durante un cierre de campaña en Chihuahua.

"Fue algo extremadamente raro porque no sabían qué hacía y nada más les gustaba 'Yepa Yepa Yepa!'. Por más que les intenté comunicar que estaba muy mal planteado todo, no me quisieron escuchar", recuerda Silverio, "entonces pensé en hacerles el show más podrido que pudiera. Hay un montón de confusiones extremadamente maravillosas".

En la industria actual se habla de independencia, del hágalo usted mismo y véndase bien. Cuando Silverio inició fue uno de los pioneros que en México se fue haciendo de un mercado que no dependiera de nada ni de nadie. De cierta forma trazó un camino a seguir.

"No estoy tan relacionado como con los movimientos musicales, me mantengo un poco a parte de eso y creo que eso mismo me mantiene vigente. Como que tengo mi rollo, tengo mi sello y mi circuito.

"En un principio no había un mercado para lo que yo hacía. Yo me inventé mi propio mercado porque lo que me di cuenta es que no había lugares para tocar lo que yo hacía porque no les gustaba, lo cual se traduce en que no le entendían", agrega.

La red social puede servir para comunicar ciertas cosas, pero si tú ves un show de Silverio en internet no es lo mismo que estar ahí. Creo que hay una diferencia abismal"

Silverio
Músico

Silverio no sabe cómo controla a su audiencia, pero no llega a los chingadazos. Se pueden tornar agresivas las situaciones, pero por alguna razón existe cierto límite, pues el show no apunta a la violencia aunque sí a la transgresión.

"En Europa son públicos difíciles porque tiene que ver con una cuestión cultural. Me parece extremadamente pasiva la manera que tienen de accionar, pero para ellos es una gran fiesta", dice Silverio.

Por el momento, el mercado europeo no le atrae del todo a Su Majestad Imperial; incluso se ha sentido mejor viajando al sur de América.

"Responden muy bien. Estuve en Argentina y el público es extremadamente entregado y participativo, por llamarlo de una manera muy decente. No me molesta en lo más mínimo ser el detonante", comenta.

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