Salud

El descubrimiento sobre la vacuna Pfizer que puede cambiar el rumbo de la pandemia

Las modificaciones en torno a la vacuna se aprobaron tras la evaluación de los datos adicionales del estudio de estabilidad presentados a la EMA.

Un trabajador de salud prepara una dosis de Pfizer-BioNTech en Nueva Jersey. (Bloomberg)

Las condiciones de almacenamiento de la vacuna Pfizer/BioNTech podrán cambiar, facilitando el manejo de la inyección en los centros de vacunación, de acuerdo con una nueva recomendación de la Agencia Europea de Medicamentos.

Estas modificaciones resuelven que la vacuna puede ser almacenada a temperatura de refrigerador durante más tiempo de lo que se recomendó anteriormente, luego de que sea extraída de la congelación profunda.

La vacuna Pfizer/ BioNTech, sin abrir, puede pasar de cinco a 31 días en un refrigerador normal con temperaturas de entre entre 2 ° C y 8 ° C.


“El cambio se aprobó tras la evaluación de los datos adicionales del estudio de estabilidad presentados a la EMA por el titular de la autorización de comercialización. Se espera que una mayor flexibilidad en el almacenamiento y manipulación de la vacuna tenga un impacto significativo en la planificación y logística del despliegue de la vacuna en los estados miembros de la Unión Europea”, plantea la agencia.



El consejo anterior era que la vacuna debía mantenerse a una temperatura ultrabaja, de entre -70 ° C y -80 ° C, hasta unos días antes de su uso, cuando se podía transferir a un refrigerador médico estándar.


Los cambios descritos se incluirán en la información públicamente disponible sobre la vacuna ARN, dijo la agencia, y serán aplicados por el titular de la autorización de comercialización en el etiquetado actualizado.

El lunes, el presidente Joe Biden afirmó que planea enviar 20 millones de dosis adicionales de vacunas de Estados Unidos contra el coronavirus al extranjero para finales de junio, incluidas, por primera vez dosis autorizadas para uso doméstico, donde la oferta está comenzando a superar la demanda.

Se trata de 20 millones de dosis de vacunas de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson, además de los 60 millones de dosis de AstraZeneca que ya había planeado dar a otros países, según una alto funcionario familiarizado con el plan.

La fuente, quien pidió no ser identificado antes de los comentarios previstos del presidente, enfatizó que las medidas son solo un primer paso mientras Estados Unidos centra su atención en sofocar la pandemia en el extranjero.

Apenas días atrás un estudio arrojó que las dosis de Pfizer no producen ninguna evidencia de lesión en la placenta, por lo que no existe riesgo para las mamás y los bebés.

“La placenta es como la caja negra de un avión. Si algo sale mal con un embarazo, generalmente vemos cambios en la placenta que pueden ayudarnos a descubrir qué sucedió. Por lo que sabemos, la vacuna COVID no la daña”, señaló Jeffery Goldstein, coautor del estudio del Northwestern Medicine en Estados Unidos.

Para esta investigación, publicada en la revista Obstetrics & Gynecology, se analizaron a 200 pacientes que dieron a luz a sus bebés en el Hospital de Mujeres de Prentice, 116 no estaban vacunadas y 84 fueron inoculadas con las vacunas Moderna o Pfizer durante su tercer trimestre.



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