Las infecciones por COVID-19 en niños y niñas parecen estar disminuyendo a medida que personas adultas son vacunadas, pero especialistas aún tienen dudas sobre qué significa esto, indicó Nature.
Datos convincentes sobre el impacto de vacunación en personas adultas en menores provienen de Serrana, una ciudad en Sao Paulo, Brasil, donde el 98 por ciento de los y las adultas han sido vacunadas, de acuerdo con la revista. En este lugar se llevó a cabo el ‘Proyecto S’, con el cual se midió el impacto real de la CoronaVac de Sinovac.
El Instituto Butantan de Sao Paulo reportó la semana pasada una notable reducción en contagios y fallecimientos por el coronavirus, con una baja del 80 por ciento en casos sintomáticos y una caída del 95 por ciento en muertes, indicó Nature. En el caso de la ciudad de Serrana, solo el 62 por ciento de las personas son adultas (45 mil), y ahí se produjo una caída similar en infecciones sintomáticas en niños y niñas no vacunadas.
Una de las grandes preocupaciones, añadió la revista, era que al vacunar a las personas la enfermedad se concentraría en niñas, niños y adolescentes, convirtiéndolos en una especie de “semillero” que podría albergar nuevas variantes del COVID-19.
En Israel, por ejemplo, las tasas de contagio también han caído en las personas elegibles para vacunación y, en concordancia, lo han hecho las infecciones en niñas y niños, explicó Nature.
Esto podría sugerir que los y las niñas son infectados por personas adultas con mayor frecuencia, más que entre ellos y ellas; de lo contrario, se esperaría que las y los menores que vuelven a las escuelas se infectarían en masa, según Eric Haas, médico pediátrico de enfermedades infecciosas y epidemiólogo del Ministerio de Salud de Israel, citado por la revista.
En tanto, el virólogo británico Julian Tag, citado por dicho medio, expresó que el despliegue de inmunización en Israel pudo haber contribuido a acabar las infecciones en todos los grupos de edad, de modo que para cuando fueron vacunadas las personas adultas, ya no había quien pudiera contagiar a niños y niñas.
Otro debate está relacionado con si niños y niñas de países ricos deberían tener la prioridad de vacunación, o si las dosis deberían ir a naciones más pobres.
Para Kim Mulholland, pediatra de investigadora de Melbourne entrevistada por la revista, existen países que están vacunando a personas que realmente no lo necesitan en este momento, mientras que otras naciones más pobres están desesperadas por obtener vacunas COVID.
Y Haas consideró que es necesario que la vacunación en Israel se extienda a menores de 12 a 15 años pues el riesgo de enfermedad grave, aunque es menor, no es libre de riesgos. Por ello, vacunar a este grupo de edad protegería contra interrupciones escolares y proporcionaría inmunidad colectiva, dijo al medio.