Salud

¿Por qué la variante Delta es más contagiosa que la cepa original del COVID?

Esta variante fue identificada por primera vez en India a finales del 2020 y ahora es la cepa de mayor preocupación en todo el mundo.

(Shutterstock)

En muy poco tiempo, la variante Delta del COVID se ha vuelto predominante en diversas partes del mundo. Esto se debe a que las personas infectadas con esta producen una carga viral mil veces mayor que con la cepa del SARS-CoV-2 original, lo que facilita su propagación.

De acuerdo con los datos disponibles hasta ahora, Delta, la variante identificada por primera vez en India a finales del 2020, cuenta con una mayor transmisibilidad respecto a otras variantes del nuevo coronavirus.

Para averiguar la razón, investigadores del Centro Provincial de Control y Prevención de Enfermedades de Guangdong en Guangzhou, China, analizaron a 62 personas infectadas con la variante Delta, primeras registradas con esta cepa en dicho país y puestas en cuarentena.

Los científicos evaluaron la carga viral (una medida de la densidad de las partículas virales en el cuerpo) de los participantes todos los días durante el curso de la infección para ver cómo cambiaba con el tiempo. Luego, compararon los patrones de infección de los participantes con personas que contrajeron la cepa original del SARS-CoV-2.

Descubrieron que el virus fue detectable en las personas con la variante de Delta cuatro días después de la exposición, en comparación con un promedio de seis días entre las personas contagiadas con la cepa original, lo sugiere que Delta se replica mucho más rápido.

Las personas infectadas con Delta también tenían cargas virales hasta mil 260 veces más altas que las de las personas infectadas con la cepa original, de acuerdo con la revista científica Nature.

Lo anterior significa que dicha variante genera una gran carga de virus en un corto periodo de incubación, por lo que las personas, al tener una gran cantidad de virus en el tracto respiratorio, pueden infectar a más individuos tan solo unos pocos momentos después de haberse infectado.

Por otro lado, la breve incubación también hace que el rastreo de contactos se vuelva más difícil.

“Las medidas de control de enfermedades, incluida la frecuencia de las pruebas de población, la cuarentena en la fase presintomática y la mejora de la vigilancia genética, deben ajustarse para tener en cuenta la creciente prevalencia de la variante Delta a nivel mundial”, señalaron los investigadores.





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