Salud

Delta, la ‘corona’ perfecta del SARS-CoV-2 y por qué se volvió un peligro para el mundo

Con el paso del tiempo, el virus ha encontrado la forma de mutar y evadir el sistema inmunológico.

El virus SARS-CoV-2 es capaz de apagar las alarmas del sistema inmunológico en las primeras etapas de la infección. (Shutterstock)

Cada vez son más las variantes conocidas del virus SARS-CoV-2 que, si bien no incrementan la gravedad de la enfermedad, aumentan su transmisión. Pero, ¿sabes cuál es el mecanismo que utiliza el COVID-19 para invadir las células humanas y por qué Delta vino a perfeccionarlo?

Desde el comienzo de la pandemia, científicos desarrollaron una comprensión detallada de cómo el SARS-CoV-2 infecta las células.

Al separar el proceso de infección, esperan encontrar mejores formas de interrumpirlo mediante tratamientos y vacunas mejorados, y aprender por qué las últimas cepas, como la Delta, son más transmisibles.

El proceso de infección comienza con “picos”. De acuerdo con la revista científica Nature, el virus SARS-CoV-2 cuenta con proteínas pico dispuestas a fusionarse con las células humanas, las cuales, a diferencia de otros coronavirus que son extremadamente rígidos, tienen una tremenda flexibilidad que les permiten adherirse más fácilmente.

Estas proteínas pico se unen a una proteína conocida como receptor ACE2, que adorna el exterior de la mayoría de las células de la garganta y los pulmones humanos.

Si bien este receptor también es un punto de acoplamiento para otros coronavirus, en el caso del COVID-19 se une a ACE2 de dos a cuatro veces más fuertemente.

Aquí es donde entra el problema de las variantes: con el tiempo, el virus SARS-COV-2 ha encontrado la forma de mutar para mejorar la unión al receptor del ACE2 y evadir el sistema inmunológico, tal como lo hace de Delta.

Una vez que los picos virales se unen a ACE2, otras proteínas en la superficie de la célula huésped inician un proceso que conduce a la fusión de las membranas viral y celular.

En este paso, el virus utiliza una enzima llamada TMPRSS2, la cual se encuentra en grandes cantidades al exterior de las células respiratorias, para expulsar su genoma directamente a la célula. Esta manera de invasión hace que el SARS-CoV-2 tenga una capacidad más rápida de infección que otros coronavirus.

Los siguientes pasos de la infección son más turbios: el virus comienza a producir copias de su propio ARN mensajero a través de la transformación de proteínas de la célula huésped a su favor para finalmente apagar el sistema de alarma de la célula y que el sistema inmunológico no pueda reaccionar en las primeras etapas de la infección.

Una vez realizado este proceso, algunas de las proteínas pico virales recién creadas viajan a la superficie de la célula y sobresalen de la membrana listas para su replicación.

Si bien en este punto existen diversas hipótesis del mecanismo que utiliza el COVID para viajar a otras células, se ha identificado que dos variantes, Alpha y Delta, han mejorado su capacidad de transmisión.

En el SARS-CoV-2 “original”, las proteínas cuentan con un 50 por ciento de preparación para ingresar a las células humanas.

En la variante Alpha el porcentaje es mayor al 50 por ciento y en Delta, altamente transmisible, más del 75 por ciento de los picos están preparados para infectar una célula humana.

En retrospectiva, cuando abandona las células, el SARS-CoV-2 ejecuta un paso de procesamiento crucial para preparar sus partículas e infectar aún a más células humanas. Estas son algunas de las herramientas que han permitido que el virus se propague tan rápidamente y cobre millones de vidas.




















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