Farmacéuticas como Pfizer-BioNTech, Moderna, AstraZeneca, CanSino y Sinovac han comenzado a realizar estudios para evaluar esta dosis de refuerzo y hay algunos datos preliminares que la avalarían, pero organismos, gobiernos y expertos coinciden en que aún es pronto para hablar del tercer pinchazo ante la falta de una certeza manifiesta.
A nivel mundial los expertos están estudiando los efectos de las vacunas para determinar si es necesaria una tercera inyección. También están estudiando si la inmunidad en general está disminuyendo entre las personas vacunadas. Si llega a disminuir mucho, es posible que sea necesaria una inyección de refuerzo.
No se ha demostrado todavía si una tercera dosis realmente ayuda y, en tal caso, quién la va a necesitar y cuándo.
Se trata de añadir una dosis adicional a la actual pauta de dos -excepto para Janssen que es de una sola dosis- con el objetivo de reforzar la respuesta inmune y podría ser la misma vacuna u otra diferente. En todo caso, cualquier nueva pauta de administración tendría que validarse con ensayos clínicos que demostrasen su eficacia y seguridad, según expertas consultadas por Efe.
Algunos países como Francia, Alemania, Reino Unido y Chile se muestran más que decididos a emprender el camino de la tercera dosis. Asimismo otros como Israel, República Dominicana y Uruguay ya han comenzado a ofrecer terceras dosis a grupos vulnerables con sistemas inmunes débiles.
Moderna
Directivos del laboratorio farmacéutico Moderna dicen que si bien su vacuna contra el COVID-19 sigue siendo eficaz, planean producir dosis de refuerzo para combatir la contagiosa variante delta.
Ante la “fuerza creciente del contagio” de esa variante y la disminución eventual de la inmunidad, “probablemente será necesario un refuerzo para darnos la mayor seguridad posible” durante el invierno, dijo el presidente de Moderna, doctor Stephen Hoge, en una reunión de inversionistas.
Las inyecciones conservan un 93 por ciento de efectividad durante cuatro a seis meses después de la segunda dosis, de acuerdo con el estudio más reciente de Moderna con 30 mil personas, informó la empresa la semana pasada. Pero eso era antes de la ola reciente de contagios debido a la variante delta.
Moderna tiene aún en estudio esa tercera dosis de refuerzo, que fue ofrecida con una cantidad de producto de 50 microgramos a un grupo de pacientes seis meses después de recibir la segunda dosis. Según los primeros datos publicados, los niveles de anticuerpos neutralizadores de COVID-19 “habían disminuido de forma significativa antes del refuerzo pasados unos seis meses” en los pacientes. La tercera dosis “potenció” sus niveles de anticuerpos hasta superar la eficacia obtenida en el ensayo clínico original de la vacuna, y además de forma “similar” entre diferentes grupos de edad, especialmente en adultos mayores de 65 años.
AstraZeneca
A finales de junio, los responsables de la vacuna de Oxford y Astrazeneca dieron a conocer también datos preliminares: en los participantes con una tercera dosis los títulos de anticuerpos fueron “significativamente más altos”.
Una dosis de recuerdo al menos medio año después incrementaría seis veces los anticuerpos y ofrecería una mayor inmunidad frente a las variantes alfa (detectada primero en el Reino Unido), beta (Sudáfrica) y delta, según los investigadores que no obstante señalaron la necesidad de más estudios. Pfizer-BioNTech
Están llevando a cabo un ensayo para evaluar la seguridad, tolerabilidad y eficacia de una tercera dosis. Fuentes de la compañía señalan que los datos iniciales demuestran que una dosis de refuerzo administrada seis meses después de la segunda tiene un perfil de tolerabilidad consistente, a la vez que provoca altos títulos de neutralización contra el tipo salvaje -Wuhan- y la variante beta, que son de 5 a 10 veces más altos que tras las dos dosis primarias. Además, divulgó que una tercera dosis puede “impulsar con fuerza” también la protección contra la variante delta.
“Este ensayo de refuerzo en curso forma parte de nuestros esfuerzos continuos para adelantarnos al virus”, aseguran desde Pfizer: “creemos que una tercera dosis podría ser beneficiosa entre 6 y 12 meses después de la segunda para mantener los niveles más altos de protección”. Sin embargo, “esperamos publicar en las próximas semanas datos más definitivos y cualquier actualización de la vacuna o refuerzo estaría sujeta a la aprobación o autorización reglamentaria, por lo que es demasiado pronto para dar más detalles”.
Cansino
La farmacéutica CanSino recomendó este domingo aplicar un refuerzo de su vacuna contra COVID-19 seis meses después de recibir la primera dosis, luego de un estudio realizado por la empresa, el cual ya fue entregado a la autoridad sanitaria mexicana.
“La biofarmacéutica CanSino Biologics (CanSino BIO) informa que ha obtenido resultados nuevos, precisos y contundentes de que los niveles de anticuerpos neutralizantes de su vacuna anticovid se mantienen elevados -en casi 70 por ciento- en las personas, seis meses después de haber sido vacunados con esta unidosis”, indicó la farmacéutica en un comunicado.
Asimismo, señaló que una segunda dosis de la vacuna logra que los niveles de anticuerpos neutralizantes se multipliquen por ocho.
“Una segunda aplicación de la vacuna CanSino sí brinda mayor protección a quienes la han recibido, y es segura”, puntualizó el documento.
Indicó que los estudios arrojaron que para quienes recibieron dos inyecciones de vacunas de virus inactivado, una tercera aplicación del biológico como refuerzo ha generado niveles de anticuerpos “varias veces por encima de los productos por la aplicación como booster de otras dosis de vacunas de virus inactivados”.
Reiteró que su vacuna es “altamente segura que brinda una protección duradera –más de seis meses-, evita la hospitalización y la muerte en 90 por ciento de las personas a las que se les aplica”.
Recordó que continúa con la fase III de los ensayos clínicos de su biológico en México, en la cual participan 15 mil voluntarios de México, y en cuanto se obtengan resultados finales se procederá a realizar modificaciones relacionadas con el número de dosis necesarias de la vacuna.
Coronavac
En Chile, el Gobierno anunció que a partir del próximo 11 de agosto iniciará un programa de “dosis de refuerzo” contra la covid-19 utilizando la vacuna AstraZeneca para todas las personas mayores de 55 años que ya completaron su inoculación con Coronavac.
La dosis de refuerzo se aplicará prioritariamente a las personas de mayor edad y en el orden en la cual se aplicaron las segundas dosis del esquema original, con lo que se priorizará con criterios que siguen a los de la vacunación original.
“Considerando la evolución en el tiempo de la efectividad en las vacunas y el riesgo que significa la variante delta (...) y después de haber consultado a expertos hemos decidido iniciar un reforzamiento de la vacunación”, afirmó a la prensa de manera telemática el presidente chileno, Sebastián Piñera.
El anuncio llega después de que el Ministerio de Salud (Minsal) publicara los resultados del estudio “Efectividad del Programa de Vacunación contra SARS-CoV-2” que arrojó una disminución en la efectividad para prevenir contagio sintomático de las vacunas Coronavac.
El Gobierno espera poder vacunar a cerca de 2 millones de personas de 55 o más años con dosis de refuerzo durante las primeras cuatro semanas de este plan.
“Esperamos que con esta dosis de refuerzo nuestros adultos mayores queden mejor protegidos en caso que aumente la presencia de la variante delta o la aparición de otras como ha ocurrido en esta pandemia”, señaló el jefe de la cartea de Salud, Enrique Paris.
Con información de AP y Efe