A raíz de la pandemia del COVID-19, se ha informado de un número creciente de pacientes con trastornos neurológicos que han sufrido una infección previa por el virus SARS-CoV-2. Entre estos se encuentra el síndrome de Guillain-Barré.
Pero no solo la infección se ha catalogado como un posible desencadenante de esta enfermedad, ya que también se ha ligado como efecto secundario en la vacunación COVID, como fue el caso del antígeno de AstraZeneca.
Sin embargo, no está claro si estos casos son coincidentes o no con este síndrome paralizante.
Para encontrar una posible relación, investigadores de los Países Bajos estudiaron a 49 pacientes con síndrome de Guillain-Barré de China, Dinamarca, Francia, Grecia, Italia, Japón, Países Bajos, España, Suiza y Reino Unidos.
De estos, ocho tenían una infección confirmada y tres probable por SARS-CoV-2, nueve no tenían evidencia serológica de otras infecciones anteriores recientes asociadas al síndrome y dos tenían evidencia serológica de una infección reciente.
Descubrieron que el síndrome de Guillain-Barré rara vez puede seguir a una infección reciente por SARS-CoV-2, por lo que “es poco probable una fuerte relación” del síndrome con el nuevo coronavirus.
De acuerdo con el estudio, publicado en en la revista Brain, desde el comienzo de la pandemia se han reportado más de 90 pacientes con el síndrome de Guillain-Barré con una posible relación con el SARS-CoV-2.
Si bien es poco probable una fuerte asociación, “no podemos excluir que el SARS-CoV-2 pueda ser un desencadenante ocasional del síndrome. Dado que nuestro estudio no fue diseñado para cuantificar un vínculo causal entre el síndrome y el SARS-CoV-2″, expresaron los investigadores.