La variante Delta, considerada la de mayor preocupación hasta el momento, debido a su alto nivel de transmisibilidad y de capacidad de causar una forma grave de la enfermedad, ha tenido un comportamiento peculiar en Japón: la ‘autoextinción’.
Un artículo de The Japan Times cuestiona este fenómeno: “¿por qué la quinta y mayor ola de la pandemia de coronavirus en Japón, impulsada por la variante Delta super contagiosa, repentinamente llegó a un final abrupto luego de un aumento aparentemente implacable de nuevas infecciones?”.
“La respuesta sorprendente puede ser que la variante Delta se cuidó a sí misma en un acto de “autoextinción”, explica el diario, citando a un grupo de investigadores.
Y es que el panorama en el país dio un giro drástico, tres meses después de que esta variante generara un número récord de casos diarios en todo el país de casi 26 mil, las nuevas infecciones por COVID comenzaron a desplomarse, cayendo por debajo de los 200 casos en las últimas semanas.
Entre las razones de este importante desplome en los casos de coronavirus, se encuentran las altas tasas de vacunación, las medidas de distanciamiento social y el uso obligatorio de cubrebocas. Sin embargo, hay una explicación relacionada con los cambios genéticos que sufre el coronavirus durante la reproducción.
“Según una teoría potencialmente revolucionaria propuesta por Ituro Inoue, profesor del Instituto Nacional de Genética, la variante Delta en Japón acumuló demasiadas mutaciones en la proteína no estructural correctora de errores del virus llamada nsp14. Como resultado, el virus luchó por reparar los errores a tiempo, lo que finalmente llevó a la “autodestrucción”, explica el diario japonés.
“Es posible que se observe una extinción natural similar del coronavirus en el extranjero”, sostuvo Inoue. Agregó que detectar eso sería difícil ya que ningún otro país, hasta el momento, parece haber acumulado tantas mutaciones en el nsp14 del virus como en Japón.