Salud

Niebla mental por COVID-19: ¿Qué es y qué la provoca?

La infección por COVID-19 puede causar pérdida de memoria, accidentes cerebrovasculares y otros efectos en el cerebro.

Los infectados por COVID-19 pueden padecer una gran variedad de síntomas neurológicos como niebla mental, confusión, dolor de cabeza e incluso depresión. (Shutterstock)

Fiebre, tos, fatiga, dolor de garganta, pérdida del olfato y gusto… Cada día tenemos más claro cuáles son los síntomas físicos que causa el COVID-19 y sus variantes en nuestro cuerpo. Sin embargo, poco se habla de los padecimientos y secuelas neurológicas que el SARS-CoV-2 produce en el cerebro como la niebla mental, confusión, dolor de cabeza e incluso depresión.

De acuerdo a un artículo publicado por la revista Nature, la nueva evidencia sugiere que las personas infectadas por COVID-19 pueden presentar síntomas como pérdida de memoria, accidentes cerebrovasculares y confusión, complicación neurológica también conocida como “niebla mental”.

¿Qué es la niebla mental?

La niebla mental es un síndrome neurológico que provoca pérdida de memoria, dificultad para encontrar palabras, problemas de atención y abrumarse por tareas simples, según el neurólogo Dr. Mitchell Elkind del NewYork-Presbyterian/Columbia University.

Este padecimiento puede deberse a que el SARS-CoV-2 puede infectar a los astrocitos, un tipo de célula que abunda en el cerebro y tiene muchas funciones.

“Los astrocitos hacen muchas cosas que respaldan la función cerebral normal”, incluido el suministro de nutrientes a las neuronas para que sigan funcionando, dice Arnold Kriegstein, neurólogo de la Universidad de California en San Francisco para la revista Nature.

Los astrocitos infectados podrían explicar algunos de los síntomas neurológicos asociados a COVID-19, especialmente la fatiga, la depresión y la “niebla mental”, que incluye confusión y olvido, argumenta Kriegstein. “Es posible que ese tipo de síntomas no reflejen daño neuronal, pero podrían reflejar disfunciones de algún tipo. Eso podría ser consistente con la vulnerabilidad de los astrocitos”.

Los astrocitos pueden ser vulnerables incluso si no están infectados por el virus. Un estudio publicado el 21 de junio de 2021 comparó los cerebros de 8 personas fallecidas que tenían COVID-19 con los cerebros de 14 controles. Los investigadores no encontraron rastros de SARS-CoV-2 en los cerebros de las personas infectadas, pero sí encontraron que la expresión génica se había visto afectada en algunos astrocitos, que no funcionaban correctamente.

Cómo se trata la niebla mental

De acuerdo con Jesús Porta Etessam, neurólogo y vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología, es necesario “hacer un diagnóstico diferencial que identifique la causa y así poder realizar el tratamiento adecuado”.

“Si la causa es la depresión habrá que tratarlo con antidepresivos. Si hay un desequilibrio en los neurotransmisores se pueden administran neuromoduladores. Si el origen es vascular debido a pequeños ictus puede tratarse con estimulación cognitiva o incluso con antiagregantes si es necesario. Si se considera que está provocado por un déficit de vitaminas se dan suplementos. Y así podríamos seguir. En función de la causa, el tratamiento será uno u otro”, afrima.

“Lo que debe quedar claro es que la niebla mental no es una enfermedad en sí misma, sino un síndrome que aparece por un detonante concreto”, insiste el neurólogo.

Flujo sanguíneo

Según el estudio publicado por Nature, también se tiene suficiente evidencia de que el SARS-CoV-2 puede afectar el cerebro al reducir el flujo sanguíneo, lo que afecta la función de las neuronas y, en última instancia, las mata. Además de pérdida de materia gris en varias áreas de la corteza cerebral.

El SARS-CoV-2 bloquea el funcionamiento de los receptores de las células llamadas pericitos, lo que hace que los capilares del tejido se contraigan, afirma David Attwell, neurocientífico del University College London.

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