Salud

Justo en el ‘cora’... Contagiarse de COVID aumenta riesgo de enfermedades cardiovasculares: estudio

Se estudió el registro de 150 mil personas que se infectaron de COVID con dos grupos de individuos sanos.

Los especialistas indicaron que deben haber una optimización continua de las estrategias para la prevención primaria de las infecciones por SARS-CoV-2. (Cuartoscuro).

¿Otra más del COVID? Al parecer si te contagias del virus que llegó en 2020, la probabilidades de tener alguna enfermedad del corazón aumentan, así lo dio a conocer un estudio publicado en la revista Nature.

Long-term cardiovascular outcomes of COVID-19 sostiene que incluso cuando fuiste un caso de COVID leve, el riesgo de presentar un año después problemas cardiovasculares es muy probable.

Y bueno, podrás decir, ‘soy una persona joven que se recuperó del COVID y no pasa nada’; pues resulta que no, pues el estudio encontró que el riesgo cardiovascular también aplica para menores de 65 años que no tenían factores de riesgo como diabetes o la obesidad.

“No importa si eres joven o viejo, no importa si fumas o no”, explicó Ziyad Al-Aly, investigador de la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri.


La investigación está basada en el análisis de bases de datos del Departamento de Asuntos de Veteranos de los Estados Unidos.

Se estudió el registro de 150 mil personas que se infectaron de COVID con dos grupos de individuos sanos.

Los resultados revelaron que las personas que se recuperando COVID tuvieron un aumento de 20 problemas cardiovasculares un año después del contagio. Es decir, tenían un 52 por ciento más de probabilidad de tener un derrame cerebral que quienes no contrajeron el virus.

Además se encontró que el riesgo de insuficiencia cardiaca aumentó 72 por ciento, es decir, 12 personas por cada mil estudiados lo presentaron.


‘’Nuestro estudio muestra que el riesgo de enfermedad cardiovascular incidente se extiende mucho más allá de la fase aguda de COVID-19′', sentencian los especialistas. Aseguran que los hallazgos enfatizan la necesidad de una optimización continua de las estrategias para la prevención primaria de las infecciones por SARS-CoV-2; es decir, evitar el COVID largo y sus innumerables complicaciones, incluido el riesgo de secuelas cardiovasculares graves.

Los especialistas que realizaron la investigación hicieron una llamado al sector salud, ya que estos deben estar preparados para atender afecciones cardiovasculares en el futuro.

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