Salud

¿ADN neandertal aumenta riesgo de COVID grave? Sí, pero reduce riesgo de contraer VIH

El principal factor de riesgo genético para el COVID-19 grave reside en el cromosoma 3, el cual heredamos de los neandertales.

El segmento genético que nos hace más propensos al COVID grave se encuentra en el cromosoma 3, el cual portan alrededor del 50% de las personas del sudeste de Asia y el 16% de Europa. (Shutterstock)

Mucho hemos oído hablar de que ciertas comorbilidades como la obesidad, diabetes e hipertensión aumentan el riesgo de experimentar un cuadro grave de COVID-19. Sin embargo, también existen factores genéticos que influyen en qué tan mortal puede ser el virus SARS-CoV-2 en nuestros cuerpos.

De acuerdo a una investigación de Hugo Zeberg, del Instituto Karolinska, el principal factor de riesgo genético para el COVID-19 grave reside en el cromosoma 3, uno de los 23 pares de cromosomas del cariotipo humano y heredado de los neandertales.

En condiciones normales, los seres humanos tenemos dos copias de este cromosoma, uno heredado de la madre y otro del padre. Este cromosoma posee 200 millones de pares de bases y representa aproximadamente el 6.5 por ciento de nuestro ADN.

Dentro de cromosoma 3 se encuentra un receptor denominado CCR5, una proteína que funciona como un receptor de quimiocinas y que es utilizado por el virus del VIH, que provoca el SIDA, para infectar los glóbulos blancos.

El investigador Zeberg descubrió, en su estudio publicado en la revista PNAS, que las personas portadoras del factor de riesgo COVID-19 tenían menos receptores CCR5. Esto le llevó a comprobar si también tenían un menor riesgo de infectarse por el VIH.

Y efectivamente, después de varios análisis, descubrió que los portadores de la variante de riesgo de COVID-19 tenían un 27% menos de riesgo de contraer el VIH.

“Esto demuestra que una variante genética puede ser tanto una buena como una mala noticia: una mala noticia si una persona contrae COVID-19, una buena noticia porque ofrece protección contra la infección por el VIH”, afirma Zeberg.

Sin embargo, dado que el VIH no surgió hasta el siglo XX, la protección contra esta enfermedad infecciosa no puede explicar por qué la variante genética de riesgo de COVID-19 se hizo tan común entre los humanos hace 10 mil años.


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