Salud

¿Tuviste síntomas de COVID persistente? Un nuevo estudio explica su aparición

Se encontró que la reacción inmunitaria sostenida en el tejido olfativo afecta los centros cerebrales que rigen las emociones y la cognición.

Un nuevo estudio parece explicar por fin por qué se dan los síntomas de COVID persistente. (Shutterstock).

El repunte de contagios COVID en la Ciudad de México y otros estados del país se ha dado en la primera semana de junio.

Ante este panorama hay quienes han tenido la enfermedad más de una vez y sufren las consecuencias de un COVID persistente. Una pregunta que aparece con regularidad es ¿por qué sucede esto?

Un nuevo estudio parece explicar por fin por qué se dan los síntomas de COVID persistente. Según Europa Press, una investigación de la Facultad de Medicina Grossman, de la Universidad de Nueva York, explica las causas de la aparición de depresión, ansiedad y pérdida de concentración en las personas.

SARS-CoV-2 infection in hamsters and humans results in lasting and unique systemic perturbations post recovery es un estudio que examinó muestras de tejido de hámster y seres humanos que tuvieron COVID. Se descubrió que mucho después de la recuperación, los cambios biológicos más profundos que se producen se ubican en el olfato.


Además, se encontró que la reacción inmunitaria sostenida en el tejido olfativo afecta los centros cerebrales que rigen las emociones y la cognición.

El estado inflamatorio de las células olfativas a causa del COVID son una respuesta inmunitaria para limpiar el revestimiento olfativo.

“Dado el alcance sistémico de sus hallazgos, este estudio sugiere que el mecanismo molecular que subyace a muchos de los largos síntomas de COVID-19 se deriva de esta inflamación persistente, al tiempo que describe un modelo animal lo suficientemente cercano a la biología humana como para ser útil en el diseño de futuros tratamientos”, afirma Benjamín Tenoever, investigador.

El equipo de investigación descubrió que el SARS-COV-2, debido a las peculiaridades de la forma en que el virus se copia a sí mismo, probablemente provoca una reacción inmunitaria más fuerte que la misma cantidad de gripe A, lo que puede explicar la mayor cicatrización causada por el SARS-COV-2 en los pulmones y riñones de los hámsters 31 días después de la infección inicial.


Los resultados también confirmaron que las reacciones inmunitarias prolongadas que se observan en la COVID-19 persistente se producen en tejidos en los que el virus del SARS-COV-2 ya no está presente. Una de las teorías del equipo es que el daño de la infección inicial ha dejado restos de células muertas y fragmentos de ARN viral, que están causando una inflamación prolongada.

También consideran la posibilidad de que el extenso daño en el revestimiento de las células olfativas, responsable de la pérdida de olfato observada con el SARS-CoV-2, podría dar a las bacterias acceso a células a las que no estarían normalmente expuestas (por ejemplo, las células cerebrales del bulbo), lo que desencadenaría reacciones inmunitarias.





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