Las madres y padres de pequeños menores de cinco años en Estados Unidos ahora podrán proteger a sus hijos contra el COVID-19.
Y es que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó este viernes los biológicos de Pfizer y Moderna para menores de cinco años.
Hace dos días que expertos externos habían determinado que los beneficios de estas vacunas superan cualquier riesgo para este grupo etario, compuesto por unas 18 millones de personas.
Ahora, con la aprobación por parte de la entidad regulatoria, las dosis podrían empezar a distribuirse a partir de la próxima semana. Aquí te decimos en qué consisten y si existe una con mayor efectividad que la otra.
Vacuna Pfizer para menores de 5 años
El uso del biológico Pfizer-BioNTech contra el COVID-19 fue aprobado para personas de 6 meses a 4 años de edad.
Este se administra en una serie de tres dosis; las dos iniciales con tres semanas de diferencia seguidas de una tercera que debe ser aplicada al menos ocho semanas después de la última.
Su efectividad fue comprobada a través de un estudio en dos subgrupos de edad. En este, se comparó la respuesta inmunitaria a la vacuna de aproximadamente 80 niños, de 6 a 23 meses de edad, y de otros 140 niños, de 2 a 4 años de edad, con la de 170 participantes de 16 a 25 años.
La respuesta inmunitaria a la vacuna para ambos grupos de edad fue comparable a la respuesta inmunitaria de los participantes mayores, la cual había había indicado que la vacuna es efectiva para prevenir el COVID-19 en estudios anteriores.
Los efectos secundarios que se presentaron con mayor frecuencia fueron irritabilidad, disminución del apetito, fiebre y dolor, sensibilidad, enrojecimiento e hinchazón en el lugar de la inyección.
Vacuna Moderna para menores de 5 años
El biológico de Moderna incluye dos dosis, con un mes de diferencia, en personas de 6 meses a 17 años de edad.
También está autorizada una tercera dosis al menos un mes después de la segunda, para personas de este grupo de edad que padezcan de inmunodepresión.
Su efectividad fue evaluada en dos ensayos clínicos en curso, aleatorizados, ciegos, controlados con placebo en los Estados Unidos y Canadá que incluyeron bebés, niños y adolescentes.
En los estudios se compararon las respuestas inmunitarias de tres grupos de edad que recibieron las dosis de Moderna, con las de adultos que recibieron dos dosis más altas.
En el caso del grupo de seis meses a 5 años, su respuesta inmunitaria a la vacuna fue comparable a la de los adultos, cuyos resultados habían confirmado con anterioridad eficacia del biológico contra el COVID-19.
En el subgrupo compuesto por los participantes de seis a 23 meses de edad, la vacuna tuvo una eficacia del 50.6 por ciento después de dos meses de la aplicación de la segunda dosis mientras que en el subgrupo de 2 a 5 años de edad, fue del 36.8 por ciento.
Los efectos secundarios informados con mayor frecuencia en todos los subgrupos de edad incluyeron dolor, enrojecimiento e hinchazón en el lugar de la inyección, fiebre, hinchazón y sensibilidad de los ganglios linfáticos en el mismo brazo (o muslo) de la inyección.
En los participantes de 6 a 36 meses de edad además hubo presencia de irritabilidad, llanto, somnolencia y pérdida de apetito. Los de 37 meses a 5 años de edad presentaron fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos, náuseas, vómitos y rigidez en las articulaciones.
¿Cuál tiene mayor eficacia, Moderna o Pfizer?
Los revisores de la FDA afirmaron que ambas marcas parecen ser seguras y eficaces para niños de 6 meses de edad en adelante en los análisis publicados antes de la reunión. Los efectos secundarios, como la fiebre y la fatiga, fueron en general leves en ambos casos, y menos comunes que los observados en los adultos.
Las dos vacunas utilizan la misma tecnología, pero hay diferencias. En una llamada con periodistas esta semana, los expertos en vacunas señalaron que no se han comparado las vacunas, por lo que no hay manera de decir a los padres si una es superior.