Los síntomas de la viruela símica son similares a los de otras enfermedades, por lo que es importante identificar qué señales podrían indicar que una persona ha contraído esta enfermedad, que puede ser transmitida de animales a humanos y de persona a persona.
Los primeros síntomas son susceptibles de confundirse con el COVID-19, pues se presentan problemas respiratorios como tos y malestares al tragar saliva. Sin embargo, cuando se detecta una inflamación de ganglios, es señal de alarma, explicó la doctora Ekaterina Kostioukhina, especialista en Respuesta a Desastres y Crisis en EF MeetPoint. Viruela símica, ¿estamos ante una alerta sanitaria?
La evolución de la sintomatología se puede extender de las dos a las seis semanas, periodo que la persona es capaz de contagiar a otras, por lo que debe permanecer aislada.
Después de los síntomas virales, como la inflamación de ganglios, se presentan lesiones en la piel. Estas heridas cutáneas aparecen inicialmente como pequeñas manchas rojas planas que posteriormente se inflan y se llenan con un líquido de color claro y después de líquido purulento. Cuando estas protuberancias se secan molestan al paciente porque le provoca picazón y deseo de rascarse, sin embargo, se debe evitar rosar constantemente estas lesiones para no dejar marcas.
La aparición de los síntomas es distinta en cada persona. Algunas veces, las personas tienen síntomas similares a los de la influenza, antes de que aparezca el sarpullido hay quienes presentan el sarpullido primero y luego otros síntomas. Incluso hay pacientes que solo presentan el sarpullido.
Independientemente de la aparición de estos, Ekaterina Kostioukhina recomienda consultar inmediatamente a un especialistas, pues aunque la mortalidad de esta enfermedad, comparada con la del COVID-19 es baja, una falta de tratamiento puede ocasionar estragos delicados en la salud de las personas.
Jorge Baruch, jefe de la Cínica del Viajero en UNAM, explica que, después del periodo de incubación, que es de alrededor de 21 días, las personas presentan síntomas como dolor de cabeza, crecimiento de ganglios y lesiones cutáneas. Hay casos en que la viruela símica afecta órganos clave como el cerebro y pulmones, causando encefalitis y neumonías graves, que, en el peor de los casos, derivan en la muerte.