Salud

Depresión: Estos son los síntomas, signos y tipos en que se presenta este padecimiento

En México, la depresión afecta a 15 de cada 100 habitantes, aunque la cifra puede ser mayor por la falta de diagnóstico de pacientes, según un especialista de la UNAM; la OMS señala que existen seis tipos de esta enfermedad, los cuales son más comunes entre la población.

La depresión puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, sexo y educación. (Shutterstock)

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de 300 millones de personas padecen depresión, enfermedad que afecta a personas de cualquier edad, condición y que se divide en distintos tipos, de acuerdo con los síntomas y signos que el paciente presenta.

Aunque es normal que una persona se sienta triste o decaída al enfrentar determinadas circunstancias o problemas en la vida cotidiana, tener emociones negativas de manera constante puede convertirse en un problema de salud mental serio, especialmente cuando la intensidad de estas es de moderada a grave.

En México, 15 de cada 100 habitantes padece depresión, y la cifra podría ser mayor porque algunas personas jamás han sido diagnosticadas y viven hasta 15 años sin saber que tienen esta afección, que se manifiesta por un estado anímico de nostalgia profunda, señaló Alfonso Andrés Fernández Medina, subdirector de Información de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC) de la UNAM, en 2019.

¿Cuáles son los tipos de depresión?

Existen seis tipos de depresión, los cuales pueden diferenciarse por su duración, evolución y nivel de impacto al momento de realizar actividades cotidianas y al relacionarse con otras personas, así como del punto de vista emocional, conductual, cognitivo y los síntomas.


La OMS señala que los siguientes seis tipos de depresión son los más comunes en la población:

Trastorno depresivo grave o trastorno depresivo mayor

Es considerado por los especialistas como el más grave, ya que tiene larga duración y muestra posibilidades de episodios repetitivos. Además, afecta las actividades diarias como comer, dormir, así como la concentración. El tratamiento requiere de fármacos y terapia psicológica.

Trastorno depresivo persistente

Es un tipo de depresión moderada y las personas que la padecen presentan distintos síntomas, entre ellos persisten:

  • Pérdida de interés en las actividades normales
  • Cambios en el sueño
  • Baja autoestima
  • Desesperanza
  • Falta de apetito, de energía y de concentración.

Su tratamiento incluye el uso de medicamentos y terapia conversacional.


Depresión postparto

Este padecimiento se diagnostica durante el primer año siguiente al nacimiento o alumbramiento y, aunque no se conoce cuál es la causa exacta, los médicos consideran como factores principales los cambios hormonales y físicos después del parto y el estrés de cuidar a un bebé, señala la Biblioteca Nacional de Medicina.

Las mujeres que ya sufrían de depresión, presentan un riesgo mayor de padecer este trastorno y los síntomas más frecuentes son insomnio, irritabilidad, desapego con el bebé y la pérdida de apetito. El tratamiento requiere terapia, antidepresivos, así como fármacos para regular las hormonas.

Trastorno afectivo estacional

Normalmente, el trastorno afectivo estacional se presenta durante el otoño e invierno, coincidiendo con la reducción de horas de sol. Los síntomas característicos son desesperanza y retraimiento social.

Para tratar esta enfermedad, se requiere de la aplicación de fototerapia, medicamentos y terapia conversacional, dependiendo de la valoración de cada especialista.

Depresión psicótica

Esta enfermedad se caracteriza por la presencia de alucinaciones o episodios psicóticos, con sentimientos de desesperanza, inutilidad o culpa, fatiga constante, retraimiento social e irritabilidad.

Enfermedad maniaco depresiva o trastorno bipolar

Es un trastorno permanente, el cual genera cambios cíclicos en el estado de ánimo, con altos emocionales (manía o hipomanía) y sentimientos de tristeza o depresión.

Cuando una persona se deprime puede sentirse desesperanzado y perder el interés o el placer en la mayoría de las actividades; sin embargo, cuando el estado de ánimo cambia a manía o hipomanía, los síntomas son la euforia y sentirse lleno de energía o inusualmente irritable.

Estos cambios en el estado de ánimo pueden afectar el sueño, la energía, el nivel de actividad, el juicio, el comportamiento y la capacidad de pensar con claridad y su tratamiento requiere de medicamentos estabilizantes del humor, antipsicóticos, antidepresivos y psicoterapia.

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