La Ciudad de México comenzará la inoculación contra COVID con la vacuna Abdala, producida en Cuba, que fue aprobada a finales de noviembre por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para su uso de emergencia.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) dijo que la vacuna cubana tiene un 92.28 por ciento de evectividad para prevenir enfermedades severas a causa de COVID, así como de muerte.
Para lograr la prevención ideal contra COVID se aplican tres dosis de la vacuna, según información de su ensayo clínico difundidos por la OPS.
Pero antes este panorama surge la duda ¿las vacunas que ya se aplicaron previamente son compatibles con el biológico cubano?
¿Cómo se deben combinar las vacunas COVID?
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos no recomiendan mezclar diferentes vacunas para el esquema de vacunación principal.
Detalla que si recibiste las vacunas de Pfizer-BioNTech Moderna para la primera dosis de tu esquema principal, debes recibir el mismo producto para todas las demás dosis del esquema principal.
En tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un comunicado en el que menciona cómo combinar las vacunas contra el COVID-19 de distintos fabricantes como medida provisional, esta recomendación la hace tanto para la segunda dosis como para el refuerzo.
La OMS recomendó que las vacunas ARNm, como lo son la de las farmacéuticas de Moderna y Pfizer, son las que se pueden usar como refuerzo después de las dosis iniciales de la vacuna AstraZeneca y viceversa.
Al igual que la organización menciona que tanto AstraZeneca así como cualquier vacuna ARNm sirven de refuerzo para las personas que recibieron la vacuna inactiva de Sinopharm.
El Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) detalla que la vacuna Abdala consiste en la producción de la proteína de la espícula o de subfragmentos mediante técnicas de biología molecular que son inoculadas y reconocidas por el sistema inmunitario.
Estas vacunas se crearon con diferentes estrategias metodológicas, producen anticuerpos y una respuesta inmunitaria celular que protege de la enfermedad sintomática o de las formas graves, lo que se conoce como efectividad y varía del 56 al 95 por ciento.