El 2023 comenzó con muchas sorpresas, entre ellas, la prevalencia de una nueva subvariante de COVID-19 que preocupa cada vez más a la comunidad científica por su alta capacidad de transmisión.
La subvariante XBB.1.5 conocida como ‘El Kraken’ fue la responsable del 40 por ciento de casos COVID en Estados Unidos a principios de enero. Hace unos días, los contagios a nivel nacional provocados por esta cepa bajaron al 27.6 por ciento mientras que BQ.1.1 escaló a la primera posición, según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Su rápida propagación en el noreste de la nación estadounidense encendió las alarmas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien hace unos días admitió se trata de la subvariante más contagiosa de ómicron en la actualidad.
Un artículo de la revista Nature señala posiciones encontradas sobre la capacidad de propagación de XBB.1.5. Mientras algunos científicos indican sin lugar a duda que dominará a nivel global, otros sostienen que no hay certeza sobre su impacto.
Si bien es posible que la variante no cause un gran aumento de infecciones u hospitalizaciones en muchos países, gracias a la alta inmunidad acumulada por la exposición a oleadas anteriores y las vacunas, habrá que seguir de cerca su linaje, pues tiene una rara mutación que podría aumentar su capacidad de infección y crear una oportunidad para obtener mayores ganancias evolutivas, indica el autor del artículo, Ewen Callaway.
No hay certezas sobre variante XBB.1.5
XBB.1.5 es una rama de una variante XBB que a su vez es un recombinante de dos descendientes del linaje BA.2 que comenzó a aumentar a principios de 2022. La proteína de punta de XBB tiene un conjunto de mutaciones que aumentan la capacidad de la variante para evadir los anticuerpos, lo que ayudó a provocar una ola de casos COVID en Singapur.
Hasta el momento, XBB.1.5 se ha identificado en al menos 29 países y se ha convertido en la segunda variante más común en los Estados Unidos. Moritz Gerstung, biólogo computacional del Centro Alemán de Investigación del Cáncer en Heidelberg, estima que los casos se duplican aproximadamente cada semana en el país, una cantidad similar provocada por las variantes variantes BQ.1 y BQ.1.1 pero que avanza más lento que otras olas de ómicron.
Aún no está claro es si ese crecimiento se mantendrá o si la variante aumentará significativamente las infecciones. Las predicciones sobre BQ.1 y BQ.1.1 indicaban que provocarían grandes olas pero su fuerza se contrajo en Estados Unidos y Europa. Si XBB.1.5 corre la misma suerte, su linaje podría llegar a reemplazar otras variantes pero sin causar un aumento estrepitoso de casos, señala Callaway.
A esto se suma que su impacto no es tan fácil de ser medido debido a la caída de pruebas COVID en el país.