Lo sabemos: si ya ocurría en tus días de ‘Godín’ en la oficina, ahora con el home office que continúa en algunos casos, la cantidad de horas que pasamos sentados mientras trabajamos aumentó.
¿Por qué eso puede representar un problema? Estudios que analizan la relación entre el sedentarismo y la mortalidad encontró que aquellas personas que permanecen sentadas de forma continua por horas tienen más posibilidades de desarrollar enfermedades crónicas (desde la diabetes, demencia hasta diferentes tipos de cáncer o padecimientos del corazón) que aquellas que se mantienen en movimiento durante el día.
En otra muestra de lo peligroso de mantenerse inmóvil, un estudio siguió y analizó los patrones de conducta de casi 8 mil estadounidenses mayores de 45 años, quienes llevaron un ‘acelerómetro’ pegado en su cadera durante el tiempo del ejercicio.
El estudio, que comenzó en 2017, reveló que después de 4 años, 340 de los participantes habían muerto.
“Un mayor tiempo de sedentarismo y una duración más prolongada del periodo sedentario fueron asociados con un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas”, apuntó.
¿Qué hacer para reducir estos riesgos?
En un estudio publicado este mes por especialistas en EU, se pidió a un grupo de 11 personas ‘reproducir’ diferentes escenarios de trabajo como:
- Un día, se sentaron por 8 horas con pequeños descansos para ir al baño.
- En otro, los participantes caminaron por un minuto cada media hora.
- Otra opción incluyó que caminaran por cinco minutos, pero cada hora.
Durante el ejercicio, los expertos fueron analizando cambios en variantes como el nivel de azúcar en la sangre y la presión.
¿Qué estrategia fue la de mejores resultados?
La de cinco minutos de caminata, pero cada media hora. Keith Díaz, profesor de Medicina del Comportamiento en la Universidad de Columbia, explicó que esta rutina redujo el pico de azúcar en la sangre después de las comidas en 60 por ciento.
“Nuestro estudio se centró principalmente en tomar descansos regulares para caminar con una intensidad ligera. Algunas de las estrategias, por ejemplo, las de caminatas livianas de un minuto cada hora, no redujeron los niveles de azúcar en la sangre. No sabemos si una caminata más rigurosa hubiera proporcionado beneficios para la salud en estas dosis”, añadió.
Con información de The Conversation