Salud

Hepatitis A y E: Así podrías contraer la enfermedad a través de los alimentos

La hepatitis puede ocasionar el mal funcionamiento del hígado y, en algunos casos, el tratamiento requiere la hospitalización.

La hepatitis A y E se contagia por alimentos contaminados con el virus. (Shutterstock)

La hepatitis es una enfermedad que consiste en la inflamación del hígado y que puede dañar su buen funcionamiento. Existen diferentes tipos y causas de contagio; sin embargo, algunos alimentos podrían desatar una infección.

El hígado es un órgano muy importante en el cuerpo, controla los niveles de químicos saludables y no saludables del cuerpo. Cuando se come o bebe, ingiere nutrientes (como proteínas, carbohidratos y grasas).

Rompe las toxinas (sustancias nocivas), como las drogas o el alcohol, convierte las toxinas en algo seguro para el cuerpo, o se asegura de que las toxinas sean eliminadas del cuerpo.

El hígado ayuda con la coagulación sanguínea, a deshacerse de las células sanguíneas viejas o dañadas, a deshacerse de ciertas grasas, y asimilar otras, a controlar el azúcar en su sangre, a fabricar el colesterol.

¿Por qué los alimentos pueden causar hepatitis?

Comer alimentos o beber agua que han sido contaminados por materia fecal que contienen el virus de la hepatitis A o E.

Por ello, los siguientes alimentos podrían desatar una infección por hepatitis A o E, según la Biblioteca Nacional de Medicina:


  • Frutas o verduras sin pelar o lavar y desinfectar.
  • Mariscos crudos o carne de ciervo o cerdo poco cocidos.
  • Consumo de hielo o agua contaminada.
  • Entra en contacto con las heces o la sangre de una persona que en el momento tiene la enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis?

Los siguientes síntomas podrían indicar un caso de hepatitis A o E, según la Organización Mundial de la Salud (OMS):

  • En la fase inicial de la enfermedad, la persona podría presentar fiebre leve, disminución del apetito (anorexia), náuseas y vómitos, que dura algunos días.
  • Dolor abdominal, picazón, erupción cutánea o dolor en las articulaciones;
  • Ictericia (coloración amarillenta de la piel) acompañada de orina oscura y heces claras.
  • un ligero aumento del tamaño del hígado (hepatomegalia), con dolor a la palpación.

¿Cómo se trata la hepatitis?

El tratamiento para la hepatitis depende del tipo que la persona infectada presente y si es aguda o crónica.

La hepatitis viral aguda suele desaparecer por sí sola y los médicos suelen recomendar descanso y tomar suficientes líquidos; sin embargo, en algunos casos se podría necesitar tratamiento en un hospital.


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