¿No te da confianza vacunarte contra COVID durante el embarazo? Si este es tu caso, debes saber que una nueva investigación reveló que las mujeres embarazadas tienen protección contra síntomas y complicaciones graves, solo si cumplen con el periodo de vacunación.
El estudio ‘Intercovid 2022′, publicado en la revista The Lancet y en el que participaron especialistas del Instituto Nacional de Perinatología (INPer), sostiene que este sector está protegido si recibe alguna dosis contra COVID, aunque hay vacunas más efectivas que otras.
Para evitar que los síntomas y complicaciones graves de COVID-19 se desencadenen, se requiere que las mujeres cuenten con un esquema de vacunación completo y una dosis de refuerzo.
Este requisito debe ser cumplido para brindar protección durante al menos 10 meses después de la última dosis, afirmó el estudio.
La investigación ‘Resultados del embarazo y efectividad de la vacuna durante el periodo de ómicron como la variante de interés, Intercovid-2022: un estudio observacional multinacional’, fue realizada en 41 hospitales de 18 países.
¿Qué vacuna contra COVID es más efectiva para embarazadas?
De acuerdo con expertos que realizaron esta nueva investigación, las vacunas de RNAm son las más efectivas para las mujeres embarazadas.
“Pfizer y Moderna fueron más eficaces para prevenir síntomas y complicaciones graves de COVID-19, y las de vectores virales (AstraZeneca, Sputnik, Janssen-Cilag y Johnson & Johnson) y un refuerzo también proporcionaron protección adecuada; ambas, durante al menos 10 meses después de la última dosis”, explicó.
Para llegar a este resultado, las y los investigadores dieron seguimiento a mil 545 mujeres embarazadas diagnosticadas con ómicron y tres mil 073 gestantes sanas como controles, para evaluar el impacto del contagio en los resultados maternos y neonatales, así como la efectividad de la vacuna en esa variante.
Ómicron se asoció con más hospitalizaciones y complicaciones graves en el embarazo, especialmente en mujeres sintomáticas y no vacunadas. En particular, el riesgo de preeclampsia aumentó en quienes desarrollaron síntomas graves, y la posibilidad de complicaciones aumentó en las que tenían sobrepeso u obesidad con síntomas severos por COVID-19.