Salud

Alimentación emocional: ¿Qué es, síntomas y cómo controlarla para no subir de peso?

Si buscas bajar de peso, reconocer la alimentación emocional como parte de tu vida es uno de los pasos más importantes para evitar problemas con la comida.

La alimentación emocional influye para que las personas no puedan bajar de peso. (Shutterstock)

Además de la anorexia y la bulimia, existen otros trastornos alimenticios ‘silenciosos’, con los que las personas reflejan su malestar a través de la comida, uno de ellos es la alimentación emocional, que puede influir seriamente en tu peso.

Hannah Kennedy, del Departamento de Medicina Psicológica en la Universidad de Otago, escribió para The Conversation que algunas personas que padecen trastornos como la alimentación emocional o los ‘atracones’ de comida, no lo revelan a su médico, lo que afecta a la implementación de tratamientos.

Sin embargo, Mayo Clinic expica que existen medidas con las que las personas pueden recuperar el control sobre sus hábitos alimenticios, y con ello bajar de peso y regularizar su dieta.

Alimentación emocional: ¿Qué es?

Mayo Clinic señala que quienes sufren de este padecimiento comen como reacción a un malestar. “Es una forma de suprimir o calmar las emociones negativas, como el estrés, la ira, el miedo, el aburrimiento, la tristeza y la soledad”.

Las personas recurren a la alimentación emocional en sus puntos emocionales más débiles, y lo hacen en busca de consuelo mientras se enfrentan a un problema, al estrés, o sencillamente están aburridos.

Este tipo de alimentación puede ser consciente o inconsciente, y a menudo es una medida para aliviar o suprimir las emociones negativas, que se pueden desencadenar en eventos importantes de la vida e incluso con molestias de la vida cotidiana.


¿Cómo se provoca la alimentación emocional?

Algunas de las razones por las que las personas recurren a la alimentación como consuelo son:

  • Conflictos en las relaciones.
  • El trabajo u otros factores estresantes.
  • Fatiga.
  • Presiones financieras.
  • Problemas de salud.

Si bien algunas personas dejan de comer cuando pasan por una situación estresante, en el caso de la alimentación emocional ocurre lo contrario, y comen impusivamente o en exceso, al grado de no disfrutar los alimentos.

Síntomas de alimentación emocional

Si bien no hay un patrón claro de este problema, Mayo Clinic explica que en muchos casos las emociones están tan ligadas a la comida que, sin darte cuenta, comes cada que tienes alguna adversidad.

  • Algunas personas recurren a un bocadillo o botana cada que se enojan o estresan.
  • Otras personas comen en exceso cuando esperan algún evento conflictivo o noticias importantes.
  • Hay quienes comen para evitar lidiar con una situación complicada.

¿Cómo superar la alimentación emocional?

Mayo Clinic recomienda que cuando las situaciones negativas se apoderen de tus emociones sigas estos pasos para evitar complicaciones con la alimentación:

  • Lleva un diario de comidas en el que registres cuánto comes, cuándo y cómo te sientes. Esto te ayudará a conocer la relación entre tus emociones y los alimentos.
  • Utiliza técnicas de control de estrés como yoga o meditación, en vez de recurrir a la comida.
  • Deja pasar tus antojos, ya que no siempre es por hambre que los tienes.
  • Apoyate con tu familia y amigos para superar la situación emocional que afecta tu alimentación.
  • No guardes alimentos chatarra en tu casa, y si te sientes desbalanceado emocionalmente procura no comer hasta que te sientas más tranquilo.
  • No prives tu dieta de alimentos que te gustan. Lo recomendable para bajar de peso es llevar una alimentación saludable en su mayoría; sin emabrgo, date un gusto de vez en cuando.
  • ‘Espanta’ tus antojos con bocadillos saludables como frutas y verduras, así como nueces, palomitas sin maíz, u otras semillas en vez de botanas.
  • Si ‘caes’ en la tentación, no te recrimines y comienza de nuevo.
  • Si por más que intentase no lograste superar la alimentación emocional y sigues con sobrepeso, acude con un especialista de la salud mental. Recuerda que no hay nada malo con pedir ayuda.

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