Los tiempos han cambiado. Pese a ello, algunas cosas no han evolucionado lo esperado, especialmente en lo que se refiere a los estereotipos de belleza.
Desde niñas, las mujeres aprenden que el aspecto físico es muy importante incluso, aseguran, es la clave del éxito. Esta presión, llamada violencia estética, se asume como autoexigencia y puede tener graves efectos físicos y psicológicos.
Por ejemplo, en los 90, la delgadez extrema llevó a muchas jóvenes a hacer dietas imposibles, tener trastornos alimenticios y hasta probar drogas.
De acuerdo con Renee Engenl, autora del libro Enfermas de belleza (2018), desde muy temprana edad, las mujeres comienzan a pensar en su cuerpo ideal. Un 34 por ciento de las niñas de cinco años en Estados Unidos se autoimponen restricciones en sus comidas. De ellas, al menos 23 por ciento aseguran que quieren que sus cuerpos se parezcan a los de las actrices de cine y televisión.
Engenl, quien durante años ha investigado los complejos de las mujeres, asegura que existe una ‘enfermedad de la belleza’, que se manifiesta cuando una mujer enfoca sus emociones en lo que ve frente al espejo, por ello le resulta más difícil ver otros aspectos de su vida. Este ‘padecimiento’ se refuerza con las imágenes y palabras que usa la sociedad para referirse a los cuerpos femeninos.
Aunque no se trata de una enfermedad que pueda ser diagnosticada, es fácil detectar sus efectos, como los desórdenes alimenticios y la cantidad cada vez más elevada de las cirugías plásticas. Algunas otras secuelas suelen ser más sutiles como las horas que le dedica una mujer a obtener la fotografía perfecta.
‘Esta sí, esta no’ ¿Quién decide si somos guapas?
Hasta la fecha, ningún médico puede diagnosticar la enfermedad de la belleza, pero todo aquel que trabaje con mujeres podría darse cuenta de los trastornos que ocasiona. Daniela Castillo, activista por las infancias trans, asevera que en 2023, un concepto más diverso de belleza va ganando terreno, pero aún queda un largo camino por recorrer.
Daniela coincide con el estudio La idea de la belleza siempre está cambiando. Hoy es más inclusiva que nunca, en el que se menciona que en los últimos diez años se ha presenciado una corriente que exige que todas las mujeres seamos aceptadas.
La activista cuenta que creció con la imagen de la belleza codificada, comercializada, y un tanto inalcanzable: ‘De alguna manera te vas dando cuenta que para ser admitida, debes ser bonita, tener complexión delgada, cintura estrecha y mandíbula definida’, señala.
Body positive y redes sociales
El mundo está plagado de cánones que estigmatizan el físico de las mujeres, que llegan a ocupar espacio en las redes sociales y los medios de comunicación.
Daniela no tiene muchos seguidores en Instagram, pero sí ha conseguido mucho ruido mediático gracias a su iniciativa Fat girls. Cansada del estigma que supone el sobrepeso, ha hecho un llamamiento para que las mujeres acepten su cuerpo, pero también promueve el ejercicio y una alimentación saludable.
Al igual que ella, en redes sociales existen otras cuentas de Instagram que promueven la autoaceptación ¿Cómo? Mostrando mujeres con estrías, varices, celulitis, con el fin de que las mujeres se sientan felices con sus cuerpos.