La protección contra la muerte y la hospitalización de los refuerzos bivalentes para el COVID-19 en personas mayores comenzó a disminuir a los dos meses después de la vacunación, según un estudio preliminar.
Los resultados se basan en informes anteriores sobre la eficacia de los refuerzos actualizados de Moderna y Pfizer, que mostraban que las vacunas reducían drásticamente los riesgos de desarrollar COVID grave en adultos mayores, pero no evaluaban la duración de la protección. El nuevo informe, redactado por investigadores que analizaron los datos de un registro de pacientes finlandés, aún no ha sido revisado por pares y fue publicado como una preimpresión en el servidor MedRxiv.
“Dado que encontramos signos de debilitamiento ya después de 60 días desde la vacunación bivalente, los refuerzos adicionales para los ancianos podrían ser una opción en algún momento en el futuro”, escribieron los autores. “Sin embargo, la necesidad de refuerzos adicionales también debe considerarse a la luz de la situación epidémica y los análisis económicos”.
En el estudio se analizaron las hospitalizaciones y defunciones de adultos que habían completado la serie inicial de dos dosis de la vacuna. Se incluyeron casi 1.2 millones de pacientes de edad avanzada y 444.683 enfermos crónicos. El periodo de estudio abarcó desde septiembre de 2022, cuando se distribuyeron por primera vez los refuerzos actualizados, hasta fines de enero de 2023. Durante ese periodo, circularon varias variantes de ómicron.
Las vacunas destinadas a ómicron tampoco redujeron el riesgo de COVID grave en adultos con enfermedades crónicas menores de 65 años, según el estudio. Solo una pequeña proporción del grupo, el 15 por ciento, recibió un refuerzo actualizado, lo que, según los autores, puede haber afectado los resultados. En comparación, el 52 por ciento del grupo de adultos mayores recibió un refuerzo actualizado.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) autorizó las dosis de refuerzo bivalentes dirigidas a la variante BA.1, así como las dosis de refuerzo BA.4 y BA.5 utilizadas en Estados Unidos. Alrededor de un tercio de las personas vacunadas en el estudio recibieron la dosis de refuerzo BA.1 y el resto la BA.4/5. Según el estudio, en la cohorte de ancianos se observaron reducciones similares del covid grave con ambas versiones de los refuerzos actualizados.
Otro estudio realizado por la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido halló una eficacia similar con el refuerzo BA.1, pero los resultados difirieron del estudio finlandés en cuanto a la duración de la protección. En el estudio británico, las dosis de refuerzo siguieron confiriendo altos niveles de protección durante al menos 10 semanas después de la vacunación.