Un ataque cardiaco puede ocurrirle a las personas según diversos factores. Este tipo de padecimiento ocurre porque el flujo de sangre que va al corazón se reduce o se bloquea de manera total.
Ante ello nos preguntamos, ¿cuál puede ser el momento de mayor riesgo para tener un ataque al corazón?
Diferencias entre un ataque cardiaco y un paro cardiaco
Un ataque al corazón es también conocido como infarto al miocardio, y sucede cuando una parte del músculo cardiaco no recibe suficiente sangre, explican los CDC de Estados Unidos.
Cuando esto ocurre, la atención médica inmediata es necesaria pues entre más tiempo pase una persona sin tratamiento para restaurar el flujo sanguíneo, mayor puede ser el daño al músculo cardiaco.
En cambio, el paro cardiaco ocurre de manera repentina y sin previo aviso. Sucede por un mal funcionamiento del corazón, lo cual causa un latido irregular. Como la función de bombeo del corazón se ve interrumpida, este no puede bombear sangre al cerebro, pulmones y a otros órganos. Cuando una persona tiene un paro cardiaco, pierde el conocimiento y se queda sin pulso. La muerte ocurre en cuestión de minutos, explica la American Heart Association.
Los momentos de riesgos de un ataque al corazón
MedlinePlus destaca que no siempre se sabe cuál fue el motivo por el que ocurrió un ataque cardiaco, aunque existen ciertos momentos de riesgo.
Por ejemplo, un ataque cardiaco puede ocurrir cuando:
- Una persona está descansando o dormida
- Después de un aumento súbito de la actividad física
- Cuando estás activo en el exterior con clima frío
- Después de un momento de estrés emocional o físico súbito o intenso
¿Por qué puede ocurrir un ataque cardiaco?
El ataque al corazón puede ocurrir por diversos factores de riesgo en las personas, por ejemplo la salud, el estilo de vida y alimentación, la edad y los antecedentes familiares, explican los CDC.
Mayo Clinic documenta varios factores de riesgo de sufrir un ataque cardiaco, entre ellos:
- La edad: Pueden ocurrir en hombres mayores de 45 años y mujeres mayores de 55 años
- Consumo de tabaco: Fumar y la exposición por largo tiempo al humo (fumador pasivo)
- Presión arterial alta: Esto puede causar daño en las arterias que conducen al corazón, especialmente cuando hay otras afecciones como obesidad, colesterol alto o diabetes
- Altos niveles de colesterol o triglicéridos: El colesterol “malo” (colesterol de lipoproteínas de baja densidad) estrecha las arterias. El nivel alto de grasas en la sangre (triglicéridos) también aumenta el riesgo
Otros factores de riesgo son la falta de ejercicio, la dieta no saludable, el estrés, el consumo de drogas estimulantes (cocaína y metanfetamina) y antecedentes familiares.
¿Qué puede causar un paro cardiaco?
La mayoría de los paros cardiacos ocurren cuando el sistema eléctrico del corazón funciona mal, explica la American Heart Association.
El mal funcionamiento puede causar un ritmo cardiaco anormal, como la taquicardia o la fibrilación ventricular y, por consiguiente, un paro cardiaco.
Otros motivos para que ocurra un paro cardiaco son:
- Cicatrización del tejido cardiaco: si hubo un ataque al corazón previo, puede aumentar el riesgo de un paro. Lo mismo ocurre si el corazón de una persona tiene cicatrices o si se está agrandando. Los primeros seis meses después de un ataque cardiaco son de alto riesgo para un paro.
- Engrosamiento del músculo cardiaco (miocardiopatía): el daño al músculo cardiaco puede ser resultado de una presión arterial alta, de enfermedad de válculas cardiacas u otras causas.
- Medicamentos para el corazón: algunos medicamentos para el corazón pueden preparar el escenario para que haya arritmias que causen un paro cardiaco repentino.
- Anomalías eléctricas y anomalías de vasos sanguíneos, causados por padecimientos como el síndrome de Wolf-Parkinson-White y el síndrome de QT Largo, así como la liberación de adrenalina por actividad física intensa.
Con información de los CDC, Mayo Clic, Medline Plus y la American Heart Association.