Salud

Mastografías: si se hacen a partir de esta edad, riesgo de cáncer de mama se reduce

Las mamografías se deben hacer, al menos, cada dos años, dicen especialistas de Estados Unidos.

Las mastografías detectan la presencia de células cancerígenas. (Shutterstock)

¿Tienes 40 años o vas a cumplirlos pronto? Especialistas de Estados Unidos recomiendan hacerse mastografías a partir de esta edad.

Las mamografías son imágenes de las mamas que se toman con rayos X para prevenir el cáncer de mama y detectarlo en su etapa inicial, explican los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).

Los especialistas estadounidenses recomiendan que dicho estudio se realice al menos cada dos años a partir de los 40 en lugar de esperar hasta los 50.

Los estudios detectan la presencia de células cancerígenas hasta tres años antes de que se pueda sentir en el cuerpo.

¿Cuándo se debe hacer una mastografía?

“Esta nueva recomendación ayudará a salvar vidas y evitará que más mujeres mueran debido al cáncer de mama”, dijo la expresidenta del grupo de trabajo, la doctora Carol Mangione.

El consejo aplica a las mujeres con un riesgo promedio de cáncer de mama, pero no a aquellas con un riesgo muy alto debido a ciertos factores genéticos o de otro tipo.


La Sociedad Estadounidense del Cáncer dice que las mujeres de 45 a 54 años deben hacerse mamografías todos los años, pero pueden optar por comenzar a los 40 y luego a los 55, pueden optar por cambiar a cada dos años.

El Colegio Estadounidense de Radiología recomienda mastografías anuales a partir de los 40 años para mujeres con un riesgo promedio de cáncer de mama, pero insta a que las mujeres jóvenes se evalúen para detectar factores de riesgo que requieran una detección aún más temprana.

¿Cómo se hace una mamografía?

La persona que se realiza una mastografía se coloca frente a una máquina especial de rayos X y la mama se pone sobre una placa de plástico.

Después se cubre esa mama con otra placa al presionar fuertemente hasta aplanarla y mantenerla inmóvil durante el tiempo que dura la toma de la radiografía.

Es incómodo porque se siente una ligera presión, pero no es doloroso. Los pasos se repiten en la otra mama pues es importante tener ambas placas para la mamografía.

*Con información de AP

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