Al menos nueve personas han fallecido, en su mayoría menores de edad, y cerca de un centenar se ha intoxicado tras ingerir carne de tortuga marina en la región de Zanzíbar, en el noroeste de Tanzania, donde este tipo de comida es considerada como un manjar pero puede provocar intoxicaciones.
De acuerdo con las autoridades locales, el incidente se produjo a comienzos de la semana pasada. Todos los fallecidos son menores de diez años, a excepción de una adulta, que es madre de uno de los niños muertos, recoge el diario de noticias tanzano Mwananchi.
Aunque la cifra de intoxicados ha ido en aumento, se encuentran en una situación más estable y en muchos casos han podido regresar a sus hogares. Sin embargo, la mayoría de los enfermos en Tanzania que llegan al hospital en estado más grave son a los que dieron el alta a los pocos días de intoxicarse.
“Los pacientes que vienen son los que mandamos a casa, dicen que tienen dolor de garganta, reciben tratamiento y regresan a sus casas”, ha dicho el jefe del distrito regional ChakeChake, Abdalá Rashid Ali. Las autoridades estatales han puesto en marcha una investigación para aclarar lo ocurrido.
Ya en noviembre de 2021 las autoridades de la isla de Pemba confirmaron que al menos siete personas habían fallecido y otras 24 se intoxicaron por ingerir carne de tortuga, un hábito frecuenta en la zona del archipiélago de Zanzíbar.
Con información de Eurpa Press.
Ministros de África van contra la malaria
EFE
Los ministros de Sanidad de los países de África más afectados por la malaria prometieron en días pasados acelerar acciones para poner fin a las muertes por malaria en el continente.
En una conferencia celebrada en la capital de Camerún, Yaundé, y auspiciada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ministros firmaron una declaración comprometiéndose a proporcionar un liderazgo más fuerte y una mayor financiación interna para los programas de control de la malaria.
También abogaron por garantizar una mayor inversión en tecnología de datos, aplicar las últimas orientaciones técnicas en materia de control y eliminación de la malaria y mejorar los esfuerzos de control de la malaria a nivel nacional y subnacional.
“Esta declaración refleja nuestro compromiso compartido como naciones y socios para proteger a nuestra gente de las devastadoras consecuencias de la malaria. Trabajaremos juntos para garantizar que este compromiso se traduzca en acción e impacto”, afirmó el ministro de Sanidad de Camerún, Manaouda Malachie, en un comunicado.
La región africana alberga once países que soportan aproximadamente el 70 por ciento de la carga mundial de malaria: Burkina Faso, Camerún, República Democrática del Congo, Ghana, Malí, Mozambique, Níger, Nigeria, Sudán, Uganda y Tanzania.
Los avances contra la malaria se han estancado en estos países desde 2017 por factores como crisis humanitarias, calidad insuficiente de los servicios de salud, cambio climático, barreras relacionadas con el género, amenazas biológicas como la resistencia a los insecticidas y medicamentos y crisis de la economía global.
La financiación para el control de la malaria a nivel mundial también es inadecuada. En 2022, se disponía de 4 mil 100 millones de dólares (poco más de la mitad del presupuesto necesario) para la respuesta al paludismo, según la OMS.
A nivel mundial, el número de casos en 2022 fue significativamente mayor que antes de la pandemia de COVID-19, pasando de 233 millones en 2019 a 249 millones.
En el mismo período, la región africana experimentó un aumento de casos de 218 millones a 233 millones.
La región sigue soportando la mayor carga de paludismo, representando el 94 por ciento de los casos y el 95 por ciento de las muertes mundiales, lo que se cifró en unos 580 mil fallecimientos en 2022.
“La malaria continúa causando muertes evitables en niños y una gran devastación para las familias en toda nuestra región. Acogemos con satisfacción la declaración ministerial de hoy, que demuestra una fuerte voluntad política para reducir la carga de esta enfermedad mortal”, afirmó la directora de la OMS para África, Matshidiso Moeti.
“Con renovada urgencia y compromiso, podemos acelerar el progreso hacia un futuro libre de malaria”, agregó Moeti en el comunicado.